El juego Súper Mamá, constituye un elemento fundamental en la vida de tu pequeño. Además de ser divertido, resulta necesario para su desarrollo infantil. Pero ¿por qué es tan importante el juego en un niño?
Los niños necesitan estar activos para crecer y desarrollar sus propias capacidades. El juego, favorece el aprendizaje y el desarrollo integral de los pequeños. El juego es el lenguaje innato de los niños y, durante sus primeros años, es a través de este medio que aprenden. Es por eso que exploran todo el ambiente que le rodea en los espacios donde se desenvuelve: hogar, guardería, escuela, entre otros.
El juego es algo muy poderoso
Muchas veces Súper Mamá, creemos que el niño está simplemente jugando y no hace nada o no se genera nada al hacerlo. Pero, realmente, ¡es todo lo contrario! Al jugar, nuestro niño está en constante aprendizaje de: colores, texturas, formas, olores, sabores, de todo con lo que se relaciona.
Además el juego es una actividad, que contribuye ampliamente al desarrollo del pensamiento, estimulando su cerebro, el lenguaje, y desarrollando habilidades sociales. Esto sucede porque se incita al niño a relacionarse e interactuar socialmente con otros niños que también aprenden en el juego.
Está demostrado Súper Mamá, que el juego es un ejercicio que le permitirá al niño desarrollar múltiples capacidades. Son muchos los beneficios que tiene el juego en edad temprana, y hoy te hablaremos de tres de ellos:
1. Fomenta su desarrollo físico, sensorial y mental
Alrededor de los tres años, Super Mamá, tu peque consolida el estadio sensoriomotor, donde predominan los juegos relacionados con el ejercicio y toda la capacidad de movimiento corporal. A esta edad, tu niño ya sabe cómo ejercitar su cuerpo y está desarrollando su coordinación psicomotriz: motricidad fina (escritura) y gruesa (movimientos corporales). Además, de su sentido de lateralidad (izquierda-derecha) y equilibrio.
El juego ayuda a fomentar su desarrollo sensorial-mental. Esto ocurre porque, al jugar, los peques aprenden a discriminar formas, tamaños, colores, entre otras.
2. Los niños aprenden a conocer su cuerpo
Cuando tu niño juega Súper Mamá, este observa sus juguetes interactuando con las partes de su cuerpo: sus manos, brazos, piernas, boca, entre otras. De esta forma, empieza a reconocer su cuerpo de manera consciente, y determina algunos límites de él y su entorno.
Para fomentar el conocimiento de su cuerpo, se puede incluir en el juego un espejo (siempre con la supervisión de un adulto), donde el niño se observe así mismo y comience a discriminar las partes de su cuerpo.
3. Desarrolla su creatividad e imaginación
La maravilla del juego, Super Mamá, es que los niños toman objetos cotidianos y los transforma en algo que se adapta a su imaginación. Un rollo de papel higiénico es ahora una varita mágica. O una caja se puede transformar en un cohete espacial. Al hacer esto, tus peques elevan su imaginación y creatividad. Lo que se ha comprobado que fortalece su pensamiento crítico, desarrollo cognitivo y habilidades de lenguaje.
De tal forma, el juego tiene efectos impresionantes a muchos niveles, incluyendo el desarrollo del cerebro. Y, para complementar esta estimulación y lograr un buen desarrollo integral en tu peque, es clave brindarle al niño una buena alimentación.
Esta alimentación balanceada debe incluir: leche y sus derivados, carnes rojas bajas en grasas, pescados, huevos, legumbres, frutas, carbohidratos (pastas), cereales.
Adicional a esto, nuestros amigos de NIDO® nos ofrecen su alimento a base de leche instantánea NIDO® 3+, cuyo beneficio principal es el desarrollo del cerebro. Está específicamente diseñado para niños de 3 a 5 años de edad que viene reforzado con Lactobacillus PROTECTUS®, que es un probiótico exclusivo de NIDO®que en conjunto con las fibras prebióticas Prebio3® y ácidos grasos esenciales Omega 3 y Omega 6, le ofrecen a tus hijos la doble acción de contribuir con el adecuado desarrollo del cerebro, mientras refuerzan sus defensas.
Te recomendamos ofrecerle a tu peque un vasito de NIDO® 3+, justo después de su sesión de juego para aprovechar ese cerebro estimulado.