Como bien sabes, Súper Mamá, cuando inicias tu relación de pareja entras en un nuevo mundo totalmente desconocido, donde dejas atrás tu soltería para convertirte en esposa del hombre con el que elegiste compartir tu vida. Al adentrarte en esta nueva dinámica intentas adaptarte a las múltiples cosas que debes hacer ahora, porque has dejado atrás tu estado civil.
En esta nueva dinámica Súper Mamá, inevitablemente pasas por 6 etapas claves para lograr adaptarte a la convivencia en pareja. Si ya llevas tiempo casada, seguramente te traerá recuerdos algunas de ellas.
1. El romance.
¡La etapa de luna de miel cuando estás recién casada! Donde sientes emoción al ver a tu amor todos los días despertar contigo, desayunar juntos y compartir al final del día. Hay un sentimiento de nerviosismo porque inicias una nueva etapa, pero al mismo tiempo tienes mucha emoción por estar allí al lado de tu pareja. Prácticamente estas pegada como un chiclecito dulce a tu pareja.
2. Arreglando el nido de amor.
En esta etapa estás feliz Súper Mamá, recordarás que arreglabas todo, cada detalle y decoración de la casa. Y, claro, siempre consultando con tu media naranja para juntos ir pintando y acomodando cada rincón del nido de amor.
3. Comienzas a descubrir que vives en serio con tu amor.
En esta etapa caes en cuenta que en verdad no estás soltera. Ya no duermes sola Súper Mamá, y juntos deben atender muchas cosas del hogar como: cocinar, lavar, planchar. Se comienzan a repartir las tareas de la casa y, entre los dos, hacer acuerdos de cómo manejar la casa.
4. Tu media naranja te empieza a irritar.
Mientras antes te reías con una media tirada en el sofá o un plato sucio, ahora te empieza a irritar muchísimo. Te encuentras diciéndole “cuántas veces te tengo que decir que…” Y, antes de darte cuenta, empiezas a sonar mucho como tu mamá.
5. Empiezas a ignorar esas cositas pequeñas.
Aquí ya tienes un doctorado en manejo del conflicto, Super Mamá. Después de pelear por diez mil problemas, tanto así comprendes que algunas discusiones son por cosas tontas. Y aprendes a dejar pasar alguna de ellas para continuar.
6. Ya nada les da pena.
Después de estar viviendo tanto tiempo juntos y de verse cada uno en su peor etapa, ¡ya nada te da pena, Super Mamá! Cuando al inicio cuidabas tanto que no te viera haciendo X o Y, ahora hasta le cuentas con lujo de detalles. ¡Ahora sí empieza lo bueno!
Lo que es innegable, Super Mamá, es que cada etapa nos acerca más a ese punto en nuestro matrimonio donde estamos felices.
Como dice el gran filósofo J.Balvin, “peleamos, nos arreglamos, nos mantenemos en esas pero, ¡nos amamos!”