Como sabes Súper Mamá, cuando tu hijo/a es adolescente, comienza a crear una serie de vínculos con sus compañeros de clase y amigos. Con ellas/os, logran intercambiar necesidades, intereses y gustos que los hacen inseparables. Tanto así, que valoran en todo momento la opinión de su círculo de amigos por encima de los mensajes que les den sus padres.
Poco a poco, tu hijo/a adolescente comienza a ser más independiente. Y pronto verás cómo se inician las invitaciones de sus amistades para salir juntos a fiestas, cumpleaños, o cualquier ocasión especial que se presente, para compartir como dicen ellos, con “sus panas”.
En este artículo, Súper Mamá, compartiremos contigo 5 cosas frecuentes que te ocurren como madre, cuando tu hijo(a) adolescente, comienza a salir con sus panas.
1. No duermes
Si el permiso que le diste a tu hijo(a) fue para ir a una fiesta por la noche, no pegas un ojo hasta que llegue. Por más que intentas dormir, es imposible.
Esto es algo que todas las madres pasamos, y nos desvelamos por horas enteras, sin poder conciliar el sueño, hasta que atraviese la puerta de la casa nuestro hijo(a) adolescente.
2. Revisas el celular constantemente
¿Apostamos a que estas revisando a cada segundo, minuto y hora el móvil Súper Mamá? Para ver si tienes señales de tu hijo/a. Es imposible no ver el teléfono a cada instante, para verificar si tienes una llamada perdida o algún mensaje de texto de tu adolescente.
3. Miras el reloj con frecuencia.
Esto es simultáneo al momento de revisar el celular. Constantemente miras el reloj para observar cada minuto y segundo que pasa. Este tiempo se te hace eterno Súper Mamá, y más cuando tienes un reloj cucú en casa, porque es una verdadera tortura, ya que cada vez que pasa una hora, el sonido de este te enloquece.
4. Limpiando como loca.
Al no poder dormir, Súper Mamá, te conviertes en la campeona nº1 de la limpieza. ¡Pero esta limpieza es más ansiosa y desesperada! Es una aseo compulsivo y nervioso, pasando a cada momento el trapito de limpieza por los muebles, adornos, y ¡hasta limpiando con desengrasante la estufa y ventanas! Todo por entretenerte en algo, ya que no logras conciliar el sueño sin tu hijo/a en casa.
5. Te asomas por la ventana a cada rato
Súper Mamá, aquí estás en un constante paseo hacia la ventana para mirar si tu chamo ya viene en camino. Nos convertimos en el clásico personaje melancólico de película pegado a la ventana. Esperando, esperando y esperando.