¿Deben los hijos hacer oficios en casa? Sí, sí y sí

¡Qué problema es crear el hábito! Pero se puede. Por ello, nuestra mamá de los grandes, Gloria Quintana nos revela cómo lograrlo.

Texto: Gloria Quintana

(Mamá de los grandes)

 

¿Debemos pagarles a los hijos por hacer oficios en casa? No, no y no.

Algunos padres pensamos que es mejor darle dinero cuando nos lo piden, pero condicionado a que hagan algo en casa, sin embargo, siento que estamos enviando un mensaje equivocado, ya que no es un favor.

En casa se debe vivir en comunidad y armonía y eso significa que deben participar activamente de los quehaceres del hogar.

Muchos jóvenes piensan que se lo merecen todo y nosotros sus padres somos una especie de esclavos o en su defecto tenemos la obligación de hacerles todo. Algo cambió en el camino pues antes no era así. Había que fregar, arreglar el cuarto sin chistar ni refunfuñar y sin esperar un céntimo.

Aunque se tenga ayuda doméstica, hay que enseñarles a los hijos a participar de los cuidados del hogar y crearle hábitos.

1. La mesa se recoge
2. Los platos se friegan
3. La cama se arregla

Estos tres (3) quehaceres son fáciles y sencillos y evitaría los gritos desaforados que nos hagan quedar como locas, pues para ellos siempre estamos amargadas y de nada gritamos.

Recientemente, mandé a mi hijo a fregar su plato, creí que era innecesario especificar que debía fregar lo que había ensuciado y fregó solo su plato y dejó el tenedor que usó.

Me hice la pregunta, pero en voz alta en Facebook si había que ser literal al darle órdenes a nuestros hijos y me di cuenta que no estoy sola en esta lucha. Al parecer el 90% de los hogares panameños sufren de lo mismo. Nuestros hijos no quieren, ni les gusta hacer oficios.

Desde niños hay que obligarlos a participar, pues así cuando crezcan se les hará un hábito, pero a veces subestimamos a nuestros hijos y los consideramos muy pequeños y los vemos con ojos de lástima. Me temo a asegurar que a veces incluso nos sentimos hasta explotadores de menores, pero no, ellos desde muy pequeños deben aprender.

Cometí muchos errores, pues los acostumbré a la ayuda doméstica y cuando me percaté de los monstruos que estaba creando decidí tomar acciones.

Recuerdo que traté de obligar a mi hijo mayor a que tuviera la responsabilidad de arreglar su cama antes de irse a la universidad y lo hizo por tres (3) días seguidos. Al cuarto día descubrí que le estaba pagando $1 a la persona que nos ayuda con los quehaceres domésticos para que lo hiciera.

Es difícil, pero no imposible pues hay que intentarlo todo para que lo hagan no importa qué, desde entonces he aplicado de todo y hubo cosas que funcionaron y otras no, pero como esto se trata de ensayo y error no he claudicado, es por ello que les compartiré un par de consejos que me están funcionando:

1. Si es un bebé de un año o dos no salgan del cuarto hasta que juntos recojan y guarden los juguetes.

2. Si se derrama agua, leche o riega la comida… Téngale los utensilios en miniatura y recojan lo ensuciado a la par.

3. Si ya es más grande se debe ser específico en la solicitud que se le efectúa.

4. Si va a salir y tiene vehículo escóndale las llaves y sólo podrá salir si ha realizado lo que se le solicitó.

5. Escóndale las zapatillas, jeans, cartera incluso el celular cuando se esté bañando y le dice que se lo devolverá una vez haya finalizado con la solicitud.

6. Si le da mesada semanal, quincenal o mensual se la suspende o le da la mitad. Ojo este no es un pago, pero hay que buscar la manera de que reaccionen y se den cuenta la responsabilidad que tienen en el hogar y que comprendan que viven en el mismo y que no es un Hotel.

Al principio habrá discusiones, es normal, pero demuestre que mamá manda. A los hijos hay que atacarlos por el lado más vulnerable.

Recuerde que estamos formando hombres y mujeres para el futuro y ellos no lo ven así, sin embargo, es nuestra obligación cumplir con esa misión.

Usted formará hombres y mujeres conscientes y responsables y aprenderán poco a poco cómo se lleva una casa. Se lo agradecerán hasta la eternidad.