Lideth Sopalda
Psicóloga
Por supuesto que sí Súper Mamás, es imperante tener la tecnología a nuestro favor, y es que hoy en día ya es inevitable escapar de ella. Cuando hablamos de tecnología y el impacto en nuestros hijos, se pueden dar infinitas posibilidades, sin embargo, hay que aprender de ella, conocer ese mundo tan complejo e interesante para que realmente sea favorable en la educación de los hijos. Crear una interacción sana entre el mundo digital y los hijos, es un rol de los padres.
Me encuentro con padres que asisten a consulta con sus hijos, “desesperados”, y “preocupados”, el motivo es sobre los conflictos que mantienen en casa por el uso de la tecnología y cómo está influyendo ya sea en las actividades del niño o en su comportamiento. Los padres suelen expresar “ya no sé qué hacer”, “llora y pareciera que algo grave le pasa cuando le quito el dispositivo”, “es como si no pudiera vivir sin el celular”; cuando llegan casos como estos, probablemente se ha implementado la falta de límites.
Entonces, cómo podemos lograr dar permiso con acceso controlado, sin llegar que se dé un “caos” en el hogar:
Establece límites
Los niños esperan y necesitan límites, esto les ayuda a sentirse seguros y a saber dónde se pueden mover. Conozca a los amigos de sus niños, tanto en línea como fuera de esta. Manténgase informado sobre qué plataformas, software y aplicaciones están utilizando, qué lugares visitan en la red, qué hacen cuando están en línea y sobre todo qué tiempo según la edad deben utilizar estos dispositivos digitales.
Crea espacios para compartir
Es aconsejable que los padres acompañen a sus hijos mientras usan la computadora, tablet, celular, etc.; involúcrese en las actividades de su hijo, sus intereses, gustos y preferencias, y de vez en cuando saque un espacio para compartir un partido de videojuegos, u otra aplicación tecnológica, que no solamente sea estar en modo “supervisión”, sino que pueda también interactuar en el mundo virtual, enseñándole su punto de vista, fomentando las interacciones sociales, y estrechando lazos. Recuerde que un aparato tecnológico nunca puede sustituir el tiempo que les dedicamos y pasamos con ellos.
Eduque con el ejemplo
Nosotros los adultos también, solemos consumirnos en el mundo de la tecnología, esto quiere decir, que la enseñanza empieza primero por uno mismo, y es que como adultos hay que ser responsable con el tiempo e información que se maneja y que no sea un distractor para compartir y demostrar cariño a nuestros seres queridos.
Enséñale a tolerar la frustración
Cuando se dan conflictos en casa, por el uso de la tecnología, usualmente es que éste ha ocupado un papel fuera de contexto, es decir, en ocasiones se usa el celular para “calmar”, “entretener” al niño y que podamos avanzar en otras actividades; esto es un error muy común, ya que los niños también requieren expresarse y ser escuchados y el mundo digital no debe ni puede reemplazar esos espacios.
Recuerde que, así como respondemos ante una situación de enojo, frustración, molestia, así mismo nuestros hijos aprenden, pues somos sus modelos a seguir, los niños necesitan identificar sus emociones y canalizarlas oportunamente.
Súper Mamá a través de la tecnología los niños pueden desarrollar habilidades como lo es la creatividad, pensamiento crítico, colaboración, comunicación, e incluso gestión del tiempo; por lo que se recomienda, educar con empatía y cercanía, la tecnología no es un enemigo, si sabemos transmitir asertivamente las ventajas y el buen uso, puede ser provechoso en la educación y crecimiento de nuestros hijos.
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