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Enseñándole a Mis Hijas a Amar La Piel en La Que Nacieron

Esta semana se conmemora el Día de la Etnia Negra, Súper Mamá. Una fecha para celebrar a nuestra comunidad afrodescendiente, honrar su piel y todas las contribuciones culturales que le dan a nuestro Panamá.

Y, para conmemorar la fecha, nuestra Súper Mamá de oro, Patricia Morales, nos habla sobre cómo ha cultivado en sus hijas el amor propio. Específicamente, el amor a la piel en la que nacieron y la comunidad afropanameña de la que forman parte.

Artículo escrito por: Patricia Morales

Deseo iniciar este artículo hablando de mi misma, Súper Mamá. Así, puedo expresar qué me ha llevado a hacer una diferencia en la educación de mis hijas. Soy Patty, hija de madre de piel blanca y cabello afro; mi padre, un hombre de tez negra, cabello lacio y ojos muy achinados. Nací de piel clara intermedia y cabello ondulado.

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Mi cabello, mi piel, mi historia

A mis 3 años, sufrí de una enfermedad en el cuero cabelludo. Le llamaban  “pelotilla” en aquel entonces, no estoy segura si realmente es el nombre científico. Pero luego de esto, mi cabello empezó a crecer diferente: de hebras mucho más gruesas y rizos descontrolados. Mi madre, empezó a “setearme” en ese entonces el cabello, para que fuera más manejable.

Durante el tiempo escolar, eran muy comunes los piojos, y desafortunadamente, no me pude escapar de ellos. Así que más tarde, mi madre cortó casi todo mi cabello. Después de esto, el pelo me creció mucho sin definición alguna y con textura tosca. En la escuela, me molestaban diciéndome “la leona”. Hasta las maestras, increíblemente, también hacían comentarios despectivos de mi cabello.

Por esto,  a la edad de los 9 años, le pedí a mi mamá que me alisara el pelo. Y, después de mucha insistencia, logré convencerla. Desde allí, empezó una rutina diaria para el mantenimiento de mi cabello.

Enamorándome de mi comunidad

Con el pasar de los años, participé en el conjunto típico de la escuela y no cualquiera–uno de los mejores de Panamá. Allí, empezó mi atracción y curiosidad por los bailes afropanameños. Su origen e historia me conmovieron, y empecé a llevarme bien con lo que realmente era mi identidad. Empecé a sentirme negra por mi descendencia y tomarle amor a mis raíces.

Ha sido así, cómo empezó mi función educativa hacia mi familia. Y, en especial mis hijas, para enseñarles a amar sus raíces.  

Cultivando el amor en mis hijas

Mi hija mayor, Nath, de pequeña se quejaba de su color de piel, decía no gustarle. Decidí iniciar mostrándole fotos de mis abuelos y sus abuelos, explicándole un poco en su lenguaje, el porqué de su color de piel. Empecé a buscar en internet algunos cuentos de héroes africanos en ese entonces, pero sólo encontré Gasir el Héroe, Malaika la Princesa y la Pequeña Masai.

Y, esto me motivó a que yo misma le inventara cuentos cada noche antes de dormir. De esta forma, podía darle forma a cada personaje, resaltando las características afro, para que ella fuera viendo el protagonismo que tenemos.

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Para enseñarle a amar su piel, también veíamos películas como La Princesa y el Sapo, Jump In, Akheela and the Bee, Persiguiendo un Sueño, Entrenando a Papá, Karate Kid (versión con Jaden Smith), Zarafa, Kirikou y la Hechizera. La envié a una escuela privada con alta incidencia de población afropanameña. Y, adicional a esto, asistíamos a muchas actividades y lugares que resaltaran el tema afro. Estas medidas, fueron cambiando sus pensamientos y visión notablemente.

Llegó un momento, en el que ella misma quiso llevar su afro con orgullo y se notaba que se sentía cómoda con su propia identidad.

12 años más tarde, llegaron sus hermanas gemelas: Lucylle y Lilyane. Con ellas fui implementando lo mismo que había trabajado con Nath y adicionamos otras actividades en nuestra familia. Ahora soy yo quien cocino en casa, así que en muchas ocasiones, me gusta prepararles menús afro o hacer fusiones en los platos con sabores autóctonos de la cocina afro. También disfrutamos de variados géneros musicales, como el jazz, soul, soca y calipso.

Me gusta vestirlas con colores llamativos o patrones afros para que resalte la belleza de sus pieles. Ahora en internet, hay muchos blogs y fuentes de información sobre los cabellos afro, diferentes piezas de moda afro, danzas, eventos culturales, historias, eventos, etc. Y estas, son cosas que compartimos juntas.

Últimamente, estamos viendo en Netflix “La Guía de Historia Negra de Kevin Hart”, que destaca los aportes de los héroes no reconocidos de la historia negra. Recientemente, también vimos una película en familia, “The Hate you Give”, que–aunque es posiblemente categoría mayor de 13 años por el nivel de violencia–me permite enseñarles a mis hijas sobre el racismo y la falta de tolerancia. Así, puedo promover en ellas a ser mejores personas sin que una crítica por su color de piel les afecte.

Gracias a este proceso que he llevado a cabo con mis hijas, son unas niñas muy seguras y con una alta estima de sí mismas.

La autora es emprendedora y propietaria de la tienda online Buxom Girlish.

¿Qué te ha parecido esta hermosa historia, Súper Mamá? Cuéntanos qué estrategias empezarás a implementar en tu propia casa.

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