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4 Herramientas Para Cuidar De Mí

4 Herramientas Para Cuidar De Mí

Súper Mamá, una persona importante en tu familia eres tú. Este artículo, escrito por Jit García, tiene 4 herramientas para cuidar de ti todos los días. ¡No te dejes para después!

“Cuidar de ti no significa yo primero; significa yo también.”

– L.R. KNOST

¿Qué es autocuidado?

Piensa en la última semana. ¿Recuerdas algún momento dónde escogiste priorizarte o dónde pusiste tus necesidades primero que las de los demás? Si lo hiciste, entonces practicaste autocuidado.

Este comportamiento se refleja en cualquier acción que tomes conscientemente para proteger, priorizar y nutrir tu salud mental, emocional y física. 

4 acciones para cultivar autocuidado

Desestimando lo obvio: todas somos diferentes. Tu estilo de vida, tu situación familiar, tu trabajo, tu tiempo y tus prioridades son únicas en tu realidad. Y son esas prioridades las que determinan qué acciones componen tu cajita de autocuidado. 

Estas promueven 4 pilares básicos para crear y mantener una rutina de autocuidado a largo plazo:

  • Las acciones que contribuyen a tu bienestar físico
  • Las acciones que elevan tu conocimiento.
  • Las acciones que cuidan y promueven tu bienestar emocional y mental.
  • Las acciones que te llenan de propósito.
  1. Acciones que contribuyen a tu bienestar físico

Podrían resumirse en movimiento, descanso y alimentación adecuada para ti. 

Si dentro de tus prioridades está mantenerte activa, porque te sientes increíble después de esa clase de yoga, después de trotar o al terminar esa clase de cardio, donde drenas todo el estrés – es probable que tu rutina incluya alguna forma de movimiento. 

Por otro lado, si vives ocupada, eres súper activa y usualmente terminas tus días agotada, quizás escojas priorizar el descanso y la recuperación.

Empieza por determinar qué quisieras lograr. Por ejemplo: ¿Cuántas veces por semana quiero entrenar? ¿Por cuánto tiempo? ¿En qué horarios me quedaría mejor? ¿Qué tipo de actividad física quiero realizar? ¿Cuántas horas quiero dormir? ¿A qué hora me quiero acostar?

Una vez lo tengas claro y según tu situación familiar, conversa con tu pareja o con quien pueda apoyarte de ser necesario. Esto es para que durante el tiempo que designes y según las actividades que escojas, puedas desconectarte del ruido y reconectarte contigo.  

  1. Acciones que elevan tu conocimiento 

¿Tienes algún hobby o alguna pasión que nunca perseguiste por falta de tiempo, o por las cien mil responsabilidades que te persiguen? 

En muchas ocasiones desestimamos el poder que tienen nuestras aficiones para alimentar el alma. Si disfrutas bordar, tejer, dibujar, escribir, pintar, aprender idiomas, entre tantos ejemplos más, ¿qué tal si haces un poco más de eso? 

Hoy tenemos un millar de cursos, varios de ellos gratuitos, a un clic de distancia. 

Si te sientes identificada con este tipo de acción y consideras que podría ser lo tuyo, estos son algunos portales populares para empezar tu búsqueda: edX.org, coursera.org, domestika.org  

  1. Acciones que cuidan y promueven tu bienestar emocional

¿Cómo cuidas tu salud emocional? 

Aunque quizás la manera más común de cuidar nuestra salud mental y emocional sería visitando (frecuentemente) a nuestra terapeuta, hay un sinfín de actividades que también podrían contribuir a nuestro bienestar emocional. 

Algunas tenemos rutinas que incluyen algo de movimiento, algo de respiración, una tacita de café en silencio con nuestros pensamientos – lo que consideremos suficiente para recargar. 

Otras tenemos a nuestra comunidad: un grupo de amigas, hermanas, colegas u otras mujeres con quienes compartimos experiencias, dificultades e intereses similares.

Y, por último, están todas aquellas acciones que elevan tu ánimo, que te recargan y que te hacen sentir mejor – desde disfrutar un delicioso chocolate caliente, o pasar tiempo en la naturaleza, hasta visitar el salón de belleza por una manicure – si incrementan tu sensación de bienestar, son parte de tu rutina de autocuidado. 

  1. Acciones que te llenan de propósito 

Hay situaciones o acciones que pueden elevar tu sensación de propósito. Ese sentimiento increíble de que tú eres única y que aportas un valor muy especial. 

Compartir tu conocimiento o tus habilidades, formal o informalmente, es una manera de lograrlo.

Practicar mindfulness, meditar, rezar según tu fe, también podría conectarte con tu propósito, calmar tu mente y contribuir a tu sensación de bienestar. 

La premisa fundamental

La relación y la comunicación más importante, es la que mantienes contigo.

Descuidarte constantemente, para priorizar a los demás puede tener un impacto negativo en tu bienestar integral. Así que, si empiezas a sentir culpa, o cualquier otro sentimiento que te aleje del autocuidado, recuerda que: si tú estás bien, ellos también. 

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Jit García

Comunicadora & IIN Health Coach 

@jitgarcia @PRforWellness

¿Cómo decides cuidarte hoy, Súper Mamá?

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