Súper Mamá, el desayuno al igual que las otras comidas es necesario para nuestro organismo y el cumplimiento de sus actividades diarias. Muchas dietas hablan de eliminarlo del plan alimenticio o disminuir la cantidad de alimentos para “lograr el peso ideal”. En cuanto a nuestros peques, la constante rutina y el hecho de tener que forzarlos a ingerir ciertos platos nos lleva a caer en la monotonía de repetir el menú.
Dependerá del cristal con el que lo veas, pero, mientras algunos profesionales debaten entre sí el desayuno es o no la comida más importante del día, nosotras te damos razones para mantenerlo y hacerlo mucho más variado. En el artículo de hoy te mostraremos, ¿en qué consiste el desayuno perfecto?, ¿cómo puedes lograrlo? y ¿cuáles son esos mitos que debemos dejar a un lado? ¡Empecemos!
El desayuno ha sido conocido por mucho tiempo como una de las fases vitales del día, tanto, que llegó a considerarse la comida más importante. En la actualidad, algunos estudios lograron desmentir esto. Lo que sí es cierto es que nuestro cuerpo requiere un aporte de nutrientes para recuperarse, luego de realizar unas ocho horas de ayuno para cumplir con su descanso.
Los nutricionistas han estado de acuerdo en que un desayuno saludable y balanceado debe estar estructurado de la siguiente manera:
Verduras y hortalizas
Súper Mamá, las verduras y hortalizas están entre los alimentos más recomendados para agregar en el desayuno. Son ricas en fibra, vitaminas, antioxidantes y minerales, además, muchas de ellas contienen un alto porcentaje de agua, lo que permite mantener el cuerpo hidratado desde las primeras horas del día.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir por lo menos cinco raciones de frutas y verduras diarias, esta cantidad puede variar de acuerdo a la necesidad de cada individuo. Zanahoria, remolacha, pimentón, coliflor, brócoli, berenjena, calabacín, entre otras, cumplen una función importante en el organismo, por lo que es fundamental educar el paladar de tus peques para que aprendan a consumirlas.
Súper Mamá, algunas ideas para implementarlos en la comida de tus peques son:
- Tortillas de huevo con espinaca, calabacín y acelga.
- Sándwich de jamón, queso, tomate, pepino.
- Batido de zanahoria, remolacha y naranja.
- Batido de apio, pera y espinaca.
- Omelette de espinaca.
Cereales
Los cereales son una excelente fuente de vitaminas, minerales, proteína, carbohidratos y grasas sanas que aportan energía en el organismo, Súper Mamá, en este punto es importante elegir las opciones más saludables que se encuentren en el mercado, por ejemplo, los integrales, altos en fibras y con poco o nada de azúcar. Evita en la medida de lo posible también los productos elaborados con colorantes, aceites hidrogenados y conservantes.
Algunas alternativas son la avena, cebada, quínoa, maíz y centeno. Puedes combinarlas de diferentes formas para hacerlas mucho más atractiva:
- Una taza de yogur con frutas y chía.
- Una taza de avena, frutas rojas y canela o miel.
- Sándwich preparados con pan integral y semillas.
- Leche o yogur con cereal integral y uvas pasas.
- Batido de avena con banana u otra fruta de elección.
Frutas
Súper Mamá, las frutas no pueden faltar en el desayuno de tus peques, estas al igual las verduras y hortalizas proporcionan una gran cantidad de vitaminas, minerales, fibra, y antioxidantes al organismo. La formas más fácil para clasificarlas es a través de su color, logrando asociar rápidamente sus propiedades y beneficios:
- Verde: ricas en vitaminas A, B, C, E y K, minerales como el potasio, calcio y magnesio, fibra, luteína y zeaxantina, ayudan en el sistema digestivo y la salud ocular.
- Anaranjada: tienen alto contenido de zeaxantina, vitamina C, ácido fólico y carotenoides, sustancia que se convierte en vitamina A, una vez ingresa al organismo, logrando reducir el padecimiento de afecciones cardiacas, fortalecer los huesos y el sistema inmune.
- Amarillo: contienen las mismas propiedades que las anteriores, además de la presencia de fitonutrientes y flavonoides que actúan como antioxidantes que mejoran la piel. También ayudan en la regulación del sistema digestivo y actúa como un diurético natural.
- Blanco/marrón: contienen vitamina B, fibra, alicina y queraticina, potente antisépticos, antiinflamatorios y antioxidantes que ayudan en la prevención del cáncer, afecciones cardiacas y fortalecen el sistema inmunitario.
- Violeta: cuentan con luteína, zeaxantina, vitamina C, flavonoides y antocianina, sustancia a la que le debe su pigmentación. Regula la digestión, facilita la absorción de las vitaminas y minerales, reduce las afecciones cardiacas y el padecimiento de algún cáncer.
- Rojo: proporcionan vitaminas A, B9 y C, minerales como el potasio y un alto porcentaje de licopeno, antioxidante que proporciona el color rojo. Regula los niveles de colesterol, previene la formación de cáncer de próstata y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Ideas para aprovecharlas hay muchas:
- Ensaladas de frutas.
- Batidos con yogurt o leche.
- Smoothie de frutas y frutos secos.
- Postres de frutas.
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- Manzana.
- Pera.
- Melocotón.
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Proteínas
Una manera tradicional de introducir las proteínas en el desayuno es con el huevo, pero, Súper Mamá, hay otras opciones como el tofu, quínoa, yogur griego, avena, queso fresco, crema de cacahuate, harina de soja, leche de almendra o de soja. Súper Mamá, estos funcionan muy bien como complementos para preparar ricos platos:
- Pancakes de avena.
- Salteado de tofu con vegetales.
- Avena cocida con frutos secos.
- Overnight oats.
Súper Mamá, un desayuno como toda comida debe contar con una serie de pautas para ser considerado sano. Las alternativas y porciones tienen que estar adaptadas a tus necesidades y las de tus peques, por lo que es recomendable asesorarte con un especialista en el área. Cuéntanos Súper Mamá, ¿qué te pareció el artículo? Te leemos.