¿Conoces las reglas para una buena alimentación infantil? En este artículo te contamos más.
Siempre ha sido un interrogante para todas, Súper Mamá: ¿Exactamente qué debe comer mi hijo/a?, ¿Cuántas veces al día?, ¿Mucho o poco? El miedo a equivocarnos como madres y arriesgar la salud de nuestros niños/as por no saber qué debemos darles de comer, siempre está latente.
Es recomendable no utilizar la comida como premio o castigo para intentar condicionar al niño. Igualmente, es contraproducente obligarle a comer. Mantener a tu hijo/a interesado en alimentarse bien–cuándo la emoción de conocer el mundo y jugar es mucho más importante para él/ella–es todo un desafío. Aquí te compartimos 5 reglas para mantener bien alimentados a nuestros hijos entre 1 a 5 años:
Regla #1: El desayuno es la comida más importante del día.
Antes de ir al preescolar, el/la niño/a debe desayunar. Muchas madres comenten el error de pensar que la merienda que llevan en la lonchera cubrirá los requerimientos nutricionales de nuestro/a hijo/a, y no es así.
El desayuno debe hacerse antes de salir de casa, asegurándonos que aporte carbohidratos como pan y cereales integrales. Adicionalmente, incluir lácteos que añadan valor nutricional proteico, calcio y vitamina D, nutrientes fundamentales para fortalecer y mantener los músculos y huesos.
Regla #2: El/la niño/a debe comer 5 a 6 veces al día
La etapa entre 1 a 5 años es nutricionalmente muy delicada. Esto se debe a que el niño está en pleno proceso de crecimiento. Y, debido a esto, ¡sus huesos y músculos crecen! Para que este desarrollo suceda de forma ideal, el niño siempre debe estar aportando a su cuerpo alimentos variados, en distintos momentos del día.
Se recomienda dividir estas comidas en:
- 3 comidas principales: desayuno, almuerzo y cena. Asegúrate que al menos una de ellas, se comparta en familia, con todos los integrantes sentados en la mesa.
- 2 o 3 meriendas pequeñas que pueden variar entre: frutas, lácteos, granos, cereales, carnes, azúcar y grasas buenas
Regla #3: Después de la siesta, un vasito Nido para reactivar el organismo.
No es un secreto, Súper Mamá, que a esta edad los niños hacen una siesta reparadora para renovar energía. Lo que debes entender, es que exactamente eso está haciendo tu hijo/a: “reparándose”. Cuando tu hijo/a duerme, su cuerpo utiliza todos los nutrientes que tiene disponible en ese momento para ir reparándose, al despertar, el/la niño/a se encuentra vacío/a de nutrientes.
La mejor manera de volver a aportar esos nutrimentos que el cuerpo agotó, es a través de una bebida formulada que contenga todo lo que el niño necesita específicamente. Con Nido®3+ este pequeño hábito hará la gran diferencia.
Un vasito de Nido®3+ después de la siesta ayuda a promover el desarrollo cerebral de tu pequeño. Un sueño reparador, momentos de descanso en el día a día de nuestros hijos, y una bebida que protege el desarrollo de su cerebro son una buena combinación que los protege.
Regla #4: El agua no es negociable.
Un error muy común Súper Mamá, es no prestar atención a la cantidad de agua que toman nuestros hijos. Las gaseosas y jugos azucarados no son agua, y como tales, no ayudan a limpiar el cuerpo de nuestros pequeños.
Tanto en la merienda que lleva en la lonchera, como cuando le lleves al parque a jugar, así como antes de almorzar, acostúmbrale a siempre beber al menos un vaso de agua. Enseñar a tu hijo/a a tomar agua desde temprana edad y evitar tomar en exceso bebidas azucaradas será un regalo para el resto de su vida.
Regla #5: La recuperación física después de los juegos
Entre los 2 y 3 años, nuestros hijos empiezan a desarrollar su identidad, volviéndose mucho más activos que antes. Entre los 4 y 5 años están en su máximo apogeo en juegos, movimiento y diversión.
Recuerda siempre, Súper Mamá, que jugar les ayuda a ejercitarse, cosa que es muy beneficiosa para su salud. El ejercicio siempre debe venir acompañada de una buena alimentación para la recuperación muscular y correcto crecimiento de nuestros hijos.
Con este aumento de la actividad física, aumenta la cantidad y calidad de nutrientes que tu hijo necesita consumir. Por ende, son muy importantes las reservas de calcio y el correcto funcionamiento del sistema digestivo. Ayuda a reforzar el sistema inmunológico y huesos de tu hijo/a con las fórmulas antes mencionadas, justo después de que su rutina de juegos termina.