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Herramientas Para Ayudar A Mi Hijo Con Matemática En Casa

Herramientas Para Ayudar A Mi Hijo Con Matemática En Casa

Escrito por: Delfina D’Alfonso y Sara Camara

Estudiar matemática, Súper Mamá, suele ser una de las razones por las que nos frustramos con nuestros hijos. En este artículo, las chicas de @akiwowo.educacion nos brindan herramientas para ayudar a tu hijo con matemática en casa. Aprenderás cómo usar distintos espacios y objetos para lograr este cometido.

El poder de las preguntas

Cuando incentivamos momentos para aprender en casa es ideal partir de aquellas preguntas que tienen los niños. A veces puede ser fastidioso que nos pregunten todo el tiempo por qué suceden las cosas, pero cada pregunta puede ser el puntapié para investigar temas que les interesan. “¿Por qué la pelota rueda?” “¿Por qué tengo que comer esto?” Son preguntas que si les dedicamos tiempo, podemos alcanzar aprendizajes que tienen sentido para nuestros hijos al estar conectando con su propia curiosidad.

Si tenemos intenciones de aprovechar el tiempo para aprender sobre un tema cuyo interés no nace precisamente de nuestros hijos, entonces nos toca provocar las preguntas. Algunas maneras de hacerlo pueden ser a través de ver imágenes, vídeos llamativos, hacer tours 360, un paseo fuera de casa.

Una vez provoquemos las preguntas, tenemos que elaborar un plan para responder: reunir evidencias e información, procesarla y sacar conclusiones que le podamos comunicar a alguien interesado en ese tema. Si logramos todo el ciclo, nuestro aprendizaje cobrará un valor especial; tendrá un propósito.

Matemática en casa

Nuestros hogares están llenos de elementos que nos permiten trabajar conceptos y habilidades matemáticas. No olvidemos que las matemáticas son un lenguaje para describir las cosas de nuestro entorno y cómo se relacionan unas con otras. Lo importante será verbalizar lo que vemos y lo que vamos haciendo. Separar, agrupar, juntar, diferenciar, emparejar son todas palabras posibles de traducirse a un lenguaje simbólico. Mientras aprendemos este lenguaje, desarrollamos habilidades muy importantes para desenvolvernos en  lo cotidiano como son el razonamiento lógico y el pensamiento crítico.

Si quisiéramos comenzar a despertar el interés por los números en niños pequeños, podríamos partir de inspeccionar nuestra cocina:

  1. Podemos invitar a nuestros hijos a separar todos aquellos alimentos u objetos que contengan números. 
  2. Podemos agruparlos según los que tienen números de pocos dígitos y los que tienen números de muchos dígitos (números cortos o largos si aún no dominan el concepto de dígito). 
  3. Luego podemos conversar acerca de qué nos intentan decir esos números, por qué están ahí, por qué son importantes, qué rol cumplen en una receta. 

En la cocina también podemos pedirles que cuenten las cucharas y escriban los números. Por ejemplo, si hay 12 cuchara, les pediremos que escriban los números del 1 al 12. Al contar objetos, esperamos que comprendan que el número es una cualidad de esas cucharas, nos dice algo sobre ellas, nos dice que son muchas, que son 12 precisamente. Después podemos pedirles que las clasifiquen según si son pequeñas, medianas o grandes. 

Además podemos actuar situaciones hipotéticas que impliquen sumar y restar: 

  • ‘si tienes 10 cucharas, pero mami te quita 3, ¿cuántas cucharas te quedan?’
  • ‘si tienes 5 cucharas y papá te regala 4, ¿cuántas cucharas tienes ahora?’ 

Con los más grandes, podemos usar los términos ‘sumar y restar’ luego de ejecutar la acción que estamos presentando. Con los más pequeños bastará con ‘’quitar o añadir ” y ver qué pasa, “¿quedan más o quedan menos?”

Seremos mamás detectives

Podemos “ponernos los anteojos de detectives” e ir buscando por toda la casa cuerpos geométricos con diferentes características. Si son pequeños, podemos agruparlos según diferentes criterios: los que tienen lados planos, los que ruedan, los que tienen puntas. Si lo hacemos con electrodomésticos entonces provocamos preguntas que nos permitan compararlos tras observarlos.

Podemos hacer figuras geométricas y pegarlas dentro de los espacios de una cubeta para hielos. Luego podemos pedirles a los niños que clasifiquen los recortes según el espacio de la cubeta que les pertenece. Posteriormente, podemos usar colorante comestible y pedirles que llenen los espacios con agua del color que indica la figura. Cuando tengamos los hielos listos, los servimos dentro de un agua refrescante aplicando alguna condición: “los mayores de 10 años, se llevan el hielo amarillo”. 

@actividadesinfantil.com

Dándole un sentido a nuestro aprendizaje

Una vez que hayamos jugado, es ideal detenernos a pensar y a reflexionar sobre lo que aprendimos. Una buena forma de hacerlo es a partir de exponer nuestro aprendizaje con alguien: pueden ser otros miembros de la familia o si conocemos un experto relacionado al tema de nuestro juego podemos pedirle que tenga una conversación con nosotros, que vea lo que creamos, que opine sobre nuestro juego. Es aquí donde les damos el espacio a nuestros hijos para sacar sus propias conclusiones y comunicarlas al resto, logrando así un ciclo de aprendizaje completo y significativo en torno a un tema cotidiano.

Delfina D’Alfonso y Sara Camara

Fundadoras de Akiwowo Educación

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¿Qué te parecieron estas recomendaciones, Súper Mamá? ¿Qué técnica implementarás en casa? ¡Cuéntanos!

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