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Custodia Compartida: Las Reglas A Seguir En Casa

Custodia Compartida Las Reglas A Seguir En Casa

Por lo general, es mejor para los pequeños si los acuerdos de custodia compartida, mantienen a ambos padres involucrados en la vida de su hijo. Pero no siempre es fácil crear nuevos acuerdos de crianza cuando una relación se rompe, por eso, hoy una Súper Mamá nos habla sobre su experiencia personal con la custodia compartida y nos comparte recomendaciones para establecer las reglas adecuadas que se deben seguir en casa para que ambos padres puedan lograr una crianza en conjunto que sea beneficiosa para los niños.

La custodia compartida es una de las formas que existen para atribuir a ambos progenitores, la custodia de sus hijos menores tras una separación o divorcio, y es una manera de evitar que nuestros hijos se vean afectados por los nuevos cambios que verán en sus vidas. La convivencia habitual, educación y cuidados se pactan con iguales condiciones y derechos. Por un lado, representa esa igualdad de condiciones en la educación de los niños, lo cual suena maravilloso porque ambos podrán tomar decisiones al respecto. Pero para ello, debes dejar de lado cualquier rencor o resentimiento que estorbe en el rol de padres que ahora implica necesariamente un equipo.

Es claro que ninguna ruptura familiar es fácil, sin embargo, es muy importante llevar una excelente comunicación entre ambas partes y tranquilizar a nuestros hijos recordándoles que no tienen ninguna responsabilidad en la ruptura, ya que en muchos casos, la asumen como propia. Aunque cueste creerlo, los niños demuestran tener más resiliencia y menos estrés cuando hay menos conflictos para llegar a acuerdos que serán en beneficios de ellos. 

Un punto fundamental en mi caso como madre, al comenzar con el proceso de convivencia compartida fue mantener la rutina de mi hija, un ambiente de cariño, buscar tiempo para disfrutar actividades de ocio, validar sus sentimientos, evitar posibles chantajes de parte de ella y esto lo logre estableciendo acuerdos similares en ambos hogares para no caer en situaciones que puedan quebrantar más los momentos que vivíamos. 

Las reglas en casa las debemos establecer con normas y límites que les dé seguridad y pertenencia a los niños, pues los ayuda a saber lo que deben hacer cuando están en casa. No importa si las exigencias son diferentes a las que existen en la casa del padre. Lo que se pretende es que, poco a poco, los niños se sientan parte de un grupo familiar sólido donde los padres son el soporte; que continúan teniendo una familia que los quiere, pero que ahora viven en dos casas. Cuando los hijos ayudan en las tareas del hogar y contribuyen a formar un equipo con sus papás, se sienten importantes y desarrollan su autonomía.

Los hijos deben percibir un trabajo en equipo que se vea genuino y no fingido, y esto significa que deben ser congruentes cuando estamos frente a ellos y también cuando no lo estén. El trato debe ser de respeto, amabilidad y conciliación. Más allá de los problemas que nos llevó a un divorcio, la relación entre padres debe ser de madurez y cordialidad, siempre pensando en el bienestar de los niños. De esta forma les evitarán secuelas emocionales terribles para su desarrollo.

Y finalizo con el consejo más grande, juntos o separados, seguiremos siendo padres y los trajimos a este mundo para verlos plenamente felices, así que no hay excusa para el bienestar de ellos. 

Súper Mamá, ¿Llevas una custodia compartida? Compártenos tu experiencia, ¡siempre te leemos!

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