Súper Mamá, atravesar por una enfermedad como el cáncer sabemos que no es nada fácil, sin embargo, es importante que hagas parte de los cambios que se aproximan a tus hijos explicándoles todo lo que conlleva una enfermedad con esta, y aunque, sabemos no es un tema fácil de hablar es mejor hablarlo a tiempo por ello la Psico-oncóloga Ana Isabel Correa nos habla de cómo hacerlo.
Los niños tienen una capacidad increíble para percibir cualquier cambio que ocurre en su entorno. Si tú o algún familiar han recibido un diagnóstico de cáncer, es importante comunicarles a los niños lo que está sucediendo, sobre todo porque es una enfermedad que suele traer cambios en varios niveles; físico, emocional, conductual y familiar.
Aunque es tentador pensar que para protegerles hay que evitar preocuparlos con esta información, los niños y niñas suelen preocuparse más si sienten que hay información que les están ocultando o, incluso, si asumen que lo que está pasando puede ser la consecuencia de algo que ellos hicieron.
¿Qué es lo primero que debo hacer si recibo un diagnóstico de cáncer?
Lo primero que debes hacer, súper mamá, es darte un tiempo para asimilar la noticia como puedas. En esos primeros instantes, es probable que tengas muchas emociones y que no sepas muy bien qué hacer. Es natural sentirse así y necesitar un tiempo para procesarlo. También podrías sentir ganas de reservarte la información. Si este es tu caso, aunque tienes derecho de compartir la información exclusivamente con quien tú quieras, ten en mente que hacer partícipe a tu familia y amigos cercanos, te brindará una red de apoyo que es sumamente necesaria para esta situación que te enfrentas.
Cuando te sientas preparada para dar este gran paso, recuerda que jamás serás una carga para las personas que te aman. ¡Dales la oportunidad de acompañarte! Intenta buscar un momento y un lugar de calma para comunicar lo que te han diagnosticado. En estos casos, es importante anticipar que lo que vas a decir, es una mala noticia.
¿Cómo le explico a mis hijos mi diagnóstico y los cambios que tendré?
Recuerda que, aunque seas una súper mamá, en esta ocasión no tienes que ser un súper héroe. El cáncer no es una batalla, es una enfermedad, y es desgastante declararle la guerra. No le prometas a tus hijos cosas que no sabes si podrás cumplir, como, por ejemplo, que “todo va a salir bien”. Es mejor decirle que tú y tu equipo médico harán todo lo posible para salir adelante con esta enfermedad. Es importante siempre utilizar la palabra cáncer, esto evitará confusiones.
Es probable que el primer cambio físico que pensemos cuando escuchamos cáncer es la caída del cabello, sin embargo, no es algo que le ocurre a todos. Por esto es importante que, antes de anticiparle los cambios físicos que tendrás, los evalúes con tu médico según tu caso. No todos los tratamientos son igual de agresivos ni afectan de la misma forma, y sería contraproducente prepararlos para cambios que no van a ver.
Según la edad de tu hijo/a, trata de utilizar palabras adecuadas para su edad, que sean fáciles de entender. Si son niños pequeños, puedes apoyarte de imágenes para que tengan una guía visual y no tengan que recurrir a su imaginación. Abre un espacio de preguntas, y por más difícil que sea esta conversación, evita cambiar el tema. Divagar en cuanto a sus preguntas podría abrir el espacio para pensar en peores escenarios de los reales y a sentir que sus preguntas y/o emociones no son válidas ni importantes.
Permítete ser vulnerable con tus hijos/as. Está bien ser la adulta y tener miedo o estar triste. Recuerda que eres su referente emocional. Si no te permites sentir, no les estás protegiendo, les estás limitando la experiencia de sentir. ¡Todas las emociones son válidas!
Sé que esto puede resultar abrumador. Si sientes que no tienes la información o las herramientas necesarias, pide ayuda a tu médico o a un profesional de salud mental.