¡Lo sabemos, Super Mamá! No hay nada más incómodo que una pataleta en un lugar público. Es un momento muy incómodo y te puede hacer sentir incómoda con tu hijo y con las personas que tienes a tu alrededor. Y es normal que, ante esta incomodidad, te quedes estupefacta – sin saber cómo manejarlo.
Para que veas que no estás sola, Super Mamá, aquí te compartimos las 6 reacciones más comunes que tienen todas las madres ante una pataleta:
1. Sonreír disimuladamente.

Si tu hija/o ha hecho una pataleta en un lugar público, seguro sabes que lo que más incómoda nos pone son las miradas de las demás personas. Así que, a veces sonreímos disimuladamente esperando que sientan compasión por nosotras y nos dejen de mirar. ¡OJO! No siempre funciona. Pero igual, seguimos tratando.
2. Le sueltas “tu mirada”.

Y esperas que eso sea suficiente para que se calme. Pero, no lo es. Es más, con esa mirada se intensifica toda la pataleta. Y eso amerita otra reacción en ti.
3. Le dices en secreto sobre el juguete que le vas a quitar.

El secreto va más o menos así: “Si. No. Dejas. De. Portarte. Mal. Te. Quito. El. Playstation”. Y aquí, dos cosas pueden pasar, Super Mamá: o deja de portarse “mal”. O intensifica su pataleta. La siguiente reacción es normalmente lo que ocurre:
4. Empiezas a usar “la culpa”.

“¿A mamá tu la vas a tratar así?” “Yo que hago tanto por ti y me sales con esto”. ¿Suena familiar, Super Mamá? ¡A nosotras nos ha pasado, también! Como dice el libro: en el amor y la guerra todo se vale.
5. Empiezas a ofrecer solo premios para que se calme.

Como una forma de minimizar un castigo más fuerte o contundente, le ofreces un premio que sabes quiere tu pequeño. Empieza como un helado y termina con un juguete. A veces hay que ingeniárselas para tener #TodoBajoControl.
6. Recoges a tu chiquillo y a tu dignidad.

Hasta que finalmente te resignas a recoger a tu chiquillo y a tu dignidad, y salir de donde estás. Con la cabeza en alto y el chiquillo gritando, pero si hay pena ¡que no se note, Super Mamá!