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Herramientas De Crianza De Un Súper Papá

Herramientas De Crianza De Un Súper Papá

Hoy te hablamos a ti, Súper Papá, que también eres parte de la vida de tus hijos. Este artículo, escrito por el Súper Papá Boris O. Vega L., es para compartir contigo herramientas de crianza. ¿Listos?

Recuerdo la primera vez que lleve a mi hija Amelia Lucía a la playa, cuando al ver por primera vez el mar se aferró a mí y no me quería soltar. Me hizo recordar grandes experiencias con mi papá, que en paz descanse, quien fue y sigue siendo un guía en la crianza de mi pequeña hija.

Desde ese hermoso momento comprendí que la conexión con un hijo va más allá de decir algo o mandarlo a hacer algo, hay que estar ahí, brindarle la fortaleza para que él o ella pueda desarrollarse con confianza propia y vivir una grandiosa vida.

Puedo brindarte a ti, querido amigo o amiga, las siguientes 5 herramientas que utilizo en la crianza de mi hija:

  1. El ejemplo va más allá que las palabras.

Algunas veces me pasa que me sumerjo en la rutina del trabajo o llego cansado a casa, y Amelia me dice que quiere jugar conmigo. Algunas veces he pensado en decirle que no, porque estoy agotado y que quiero acostarme, pero busco dentro de mí la energía necesaria para poder compartir con ella por lo menos 30 min y que ella vea que con el esfuerzo se pueden lograr cosas maravillosas.

  1. Cada hijo es único: eso es algo que siempre tengo en mente. Aunque no he tenido otro u otra hija, si tengo sobrinos que los trate desde pequeños, y las personalidades de ellos son totalmente diferentes. Por ese mismo motivo, debemos tratar de criar de acuerdo con cada personalidad. 

Ejemplo: mi hija es muy visual, si quiero que ella entienda algo complejo utilizo imágenes o analogía con cosas que ella entiende, y de inmediato capta lo que le estoy diciendo.  

  1. Cada uno a su paso.

Recuerdo que todos en la familia me decían: “Oye Boris, Amelia a la edad que tiene debería estar diciendo 30 y 5 mil palabras”, (estoy exagerando) pero si me decían que tenía que tener en su vocabulario una cantidad de palabras mucho más grande de lo que ella podía expresar hasta ese momento, para no hacerles largo el cuento, ahora Amelia es una lorita no para de hablar en español e inglés.

  1. El poder de las palabras. 

Ser, no es igual a estar. Aquí siempre tengo que darles las gracias a mi preciosa mamá, ¡te amo mucho! Cada vez que yo le decía a ella que quería ser algo me decía: “si hijo, tu puedes ser lo que tu quieras ser después que le enfoques y des lo mejor de ti”, esto me ha ayudado en toda mi vida. Y por qué digo esto, todos los días yo le digo a mi hija: “eres una niña buena, inteligente y la más hermosa del mundo”, eso le ha reforzado la confianza en sí misma, pero cuando tengo que reprenderla si le digo “estás un poco vaga, estás diciendo malas palabras”, esto hace que ella entienda que es el momento, pero que ella no es así, y pueda cambiar de actitud de inmediato. 

Creo que es una de las herramientas más poderosas que les puedo compartir. En el transcurso de mi vida me he encontrado con personas que se auto limitan por sesgos que traen desde niños y a su edad adulta todavía lo dicen cuando cometen una equivocación. 

¿Cuántos de ustedes cuando cometen un error o se equivocan dicen: “a pero que loco estoy” o se ven en el espejo y creen que nada le queda bien? Estos son sesgos que tenemos en el inconsciente arraigados porque sin querer algún familiar, amigo o en la escuela nos lo dijeron y si nuestros padres no nos reforzaron la autoestima para convertirnos en nuestros propios héroes, esto nos perseguirá muy al fondo de nuestro ser, por ello es que es vital pensar que así mismo como brindamos a nuestros hijos  una buena alimentación y debemos alimentar su confianza.

  1. Equilibrio.

Es la base de la vida. Por más amor que tengamos a nuestros hijos, no podemos ser totalmente permisivos porque criaremos tiranos para la vida (créanme que tengo varios amigos que no están físicamente con nosotros porque se lo dieron todo, pensando que era lo mejor para ellos y fue lo contrario) y no podemos ser totalmente estrictos porque criaremos niños sandía, duros por fuera y blanditos por dentro, sin esencia propia y se sentirán vacíos porque queremos hacer nuestra voluntad en vez de educarlos y orientarlos.

Espero que mis experiencias puedan ayudarlos en algo, en lo personal sigo educándome para educar mejor, y dejar mi legado en este mundo con mi pequeña hija. Y que la fuerza los acompañe, ¡bendiciones!

¿Qué te parecieron estos consejos de crianza de este Súper Papá? ¿Qué otros tips aportarías tú? ¡Te leemos!

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Ponle Sazón a la hamburguesa de papá.

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