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20 de Diciembre, ¿Causa Justa?

20 de Diciembre, ¿Causa Justa?

El 20 de diciembre de 1989 es una fecha que marcó nuestra historia. Fue un diciembre diferente. Un diciembre donde la celebración navideña quedó en segundo plano. Los norteamericanos denominaron esta operación “Causa Justa”, y uno se pregunta ¿justa para quién?

Panamá se encontraba en medio de una crisis política y económica que se agudizó a partir de 1983 bajo el régimen del general Noriega.  Muchos de nosotros vivimos lo que fue la represión, la falta de libertad de expresión, y el que se nos pagara nuestros salarios atrasados o con bonos para comprar en supermercados por la falta de dinero en el país, producto del bloqueo económico que sufrimos por causa de la dictadura. Otros sufrieron el exilio por ser perseguidos políticos, y no decir las noticias sobre personas desaparecidas o asesinadas que sembraban el temor y la angustia en nuestro país. 

Es en este escenario que se dan dos incidentes aislados que involucraron a militares norteamericanos, dando a Estados Unidos las razones necesarias para tomar acciones.  Adicionalmente, a esto, ya se habían dado dos intentos de golpe de estado en las Fuerzas de Defensa con resultados lamentables como la denominada  “Masacre de Albrook”, donde militares panameños que intentaron derrocar al general fueron fusilados. Paralelamente, el 15 de diciembre, el general Noriega recibe amplios poderes otorgados por la Asamblea Legislativa quien le nombre Jefe de Gobierno.  En su discurso, Noriega declara a nuestro país en estado de guerra contra los Estados Unidos. Pocos días después Estados Unidos invadió. 

Fueron alrededor de 26,000 soldados norteamericanos los que invadieron nuestro país por aire, tierra, entre los que ya estaban en las bases militares de la antigua Zona del Canal, y los que fueron enviados por el gobierno estadounidense.    El sonido de helicópteros y bombardeos era ensordecedor, iniciándose cerca de la medianoche del 19 de diciembre y extendiéndose hasta el 20 de diciembre.  Nuestro cielo se llenó del humo de las explosiones ocasionadas cuando el ejército estadounidense descargaba sus explosivos al atacar el Cuartel Central, Tinajitas y Río Hato.  El Aeropuerto Omar Torrijos Herrera, hoy Aeropuerto Internacional de Tocumen, igualmente fue tomado por las fuerzas estadounidenses.

Banderas de panamá colgando de los balcones de las casas bajo la luz del sol durante el día Foto gratis

Se dieron enfrentamientos en diversos lugares de las provincias de Panamá y Colon, terminando todos con el inminente control de las fuerzas armadas norteamericanas en esos sitios:  Aeropuerto de Paitilla, Coco Solo, Amador, Puerto de Balboa, entre otros.  Y mientras nuestro país sufría un ataque de esta magnitud, el general Noriega optó por esconderse y buscar refugio en la Nunciatura para evitar la captura.  

Las llamadas Fuerzas de Defensa fueron desmanteladas a pocos días de la invasión.  No había orden ni seguridad en las calles, el saqueo a tiendas, almacenes y supermercados no se hizo esperar.  Las comunicaciones quedaron interrumpidas.  El barrio del Chorrillo quedó destruido por las llamas del incendio que le consumió.  Las ciudades de Panamá y Colon fueron sitiadas.  Tanques de guerra estadounidenses se tomaron nuestras calles, pero lo peor de todo esto fue la muerte de civiles inocentes que quedaron en medio del conflicto. Y todo esto para capturar a un hombre:  Manuel Antonio Noriega.

Finalmente, el 3 de enero de 1990, Noriega se entregó para enfrentar cargos en Estados Unidos, siendo trasladado a ese país para ser juzgado.  Las tropas enviadas por los norteamericanos se fueron poco a poco hasta que finalmente volvimos a la “normalidad”.  Un nuevo gobierno,  electo por el pueblo en 1989, encabezado por el Presidente Endara y los Vicepresidentes Ford y Calderón, juramentados en una base militar, ahora tendría la responsabilidad de reconstruir un país que fue duramente golpeado. 

Si fue realmente justo o no haber sido invadidos como lo fuimos queda a criterio de cada uno de los que lo vivimos, pero ¿valió la pena?  Hasta ahora, no hay una cifra exacta de cuántas vidas se perdieron. Hoy en día, aún hay personas que desconocen el destino de familiares desaparecidos durante la invasión. 32 años después, grupos organizados siguen pidiendo que este día se decrete como duelo nacional. 

Súper Mamá, esta es una fecha que debe permanecer en nuestra memoria histórica y no olvidar que la invasión no fue un evento aislado para derrocar a un dictador, fue un evento histórico que costó vidas.

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