Por: Michelle Burillo Young
Súper Mamá, emprender es un camino de mucho temor, ¡lo sabemos!, pero no hay nada más satisfactorio que ver a “tu pequeño bebé” consolidado tal y como lo soñaste, hoy nuestra Súper Mamá y emprendedora Michelle Burillo nos comparte su historia como madre emprendedora.
Como muchos, este último año ha sido de cambios leves y drásticos, de finales y de inicios, de dejar ir y de recibir, de ver más de cerca las cosas y de ajustes y balances. Sí, me… no perdón, NOS tocó volver a empezar y hablo en plural porque mi esposo, mis hijas y yo somos un equipo.
Por años me sentí atrapada y estancada profesionalmente, probé diferentes cosas, pero muy en lo profundo quería salir y gritar que era libre y dedicarme hacer algo para mí, pero tenía MIEDO… MUCHO MIEDO! La pérdida de mis padres, incrementó ese miedo, ya había nacido mi primera hija, la segunda en camino y adicional a eso, las responsabilidades que cumplir. Estaba cerrada a que tenía que “aguantar” porque así nos enseñaron que debe ser. ¡ERROR!
Echando el casete para atrás, me doy cuenta que necesitaba un empujón que me ayudara a “tocar fondo” para despertar y darme cuenta que estaba tan equivocada y que hay una vida mucho más allá de ese miedo. Pues, me empujaron y todos los días doy GRACIAS por eso.
En este camino, que apenas comenzamos a recorrer, hay anotaciones y lecciones que puedo rescatar, que me gustaría compartir contigo para ayudarte con ese empujón que probablemente necesitas:
- Reestablece prioridades, de nada sirve tener todo el éxito del mundo, si cuando llegas a casa, está vacía. Saca tiempo para pasar tiempo con tus hijos, con tu esposo y contigo misma.
- Rodéate de gente que vibre igual que tú: cuando las vibras positivas se alinean, todo fluye.
- Ten fe y crée en el proceso, en tu gente y sobre todo en TI. Si tu no crees en tus poderes como mujer, madre y esposa, entonces nadie va a creer.
- Cometerás errores, pero te levantarás y aprenderás de ellos. Recibe esas lecciones con el corazón, mente y brazos abiertos. Recuerda, TODO OCURRE POR ALGO.
- No tiene nada de malo reconocer que necesitas ayuda con algo (lo que sea), si la necesitas, deja el orgullo a un lado y pídela, a quién sea.
- Involucra a tu familia en el recorrido, te darán la fuerza que necesitas para seguir. No tendrás una mejor barra que esa y te garantizo que el camino será más divertido.
- Organízate… organiza tus pensamientos, tu corazón, tus tareas, tus proyectos y tu familia.
Nadie ha dicho que ha sido ni que será fácil, pero lo que sí he aprendido es que no soy la misma de antes, he crecido personal y profesionalmente y estoy segura que hay mucho más en mí para ofrecer, dar y hacer, que probablemente muy cómoda, sentada en una oficina muerta de miedo, jamás hubiese descubierto.
¿Que todavía me falta por crecer y aprender? Uuuuuff… estoy segura que sí y lo recibo con brazos abiertos.
Súper Mamá, ¿Ya arrancaste ese proyecto tan anhelado? ¿Cómo te fue tomando esa decisión? ¡Te leemos!