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Revisión temprana, ¿cómo me toco?

Revisión temprana

La idea de tener cáncer de mama produce ansiedad en muchas mujeres, con o sin antecedentes familiares. Muchas de ellas, a lo largo de su vida adulta, experimentan el temor de llegar a desarrollar este tipo de cáncer, y esto las moviliza a informarse, a aprender a realizarse el autoexamen, y a acceder a las pruebas de detección temprana como la mamografía.

¿Qué es el cáncer de mama?

El cáncer de mama surge en las células del revestimiento de los conductos mamarios o en los lóbulos del tejido glandular de la mama. Cuando el cáncer se ha limitado al conducto o al lóbulo donde comenzó, no causa síntomas, más esto no quiere decir que se detendrá allí. Al contrario, podrá avanzar e invadir el tejido circundante, para finalmente abarcar incluso, ganglios linfáticos y extenderse a otros órganos del cuerpo. 

Es importante que cada mujer conozca su cuerpo, y pueda identificar prematuramente, cualquier nódulo o cambio en la apariencia de sus mamas. Si bien el autoexamen puede ayudar a que las mujeres reconozcan lo que es normal de lo que no es normal en sus mamas, no existen diferencias muy significativas con respecto a la disminución de los casos de cáncer de mama. 

La detección temprana como herramienta para combatir el cáncer de mama

Por otro lado, la mamografía es el método de detección más recomendado debido a su eficacia en el diagnóstico. La detección temprana ayuda a reducir la carga de la enfermedad, permitiéndole a la mujer acceder a un tratamiento en etapas tempranas, donde las opciones de tratamiento pueden llegar a ser más eficaces. 

Y es que a pesar de los esfuerzos realizados por los organismos de salud, el cáncer de mama es el cáncer más frecuente, y la causa más común de muerte por cáncer en las mujeres de América Latina. Tan solo en el 2020, se reportaron más de 210.000 nuevos casos, y alrededor de 68.000 muertes(1)

Existen múltiples factores de riesgo, modificables y no modificables.

Estas cifras nos invitan tanto a la población general, como a los equipos médicos, a buscar e implementar mecanismos que ayuden a reducir la incidencia de este tipo de cáncer, a través de la educación, prevención y acceso a atención médica de calidad tanto para aquellas mujeres que pueden estar expuestas a factores de riesgo modificables, así como aquellas que tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama por otras variables, como lo son los factores genéticos que incluyen mutaciones como las BRCA1 o BRCA2.

Otras características asociadas con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, incluyen:

  • El consumo de alcohol,
  • el consumo de tabaco,
  • la obesidad y el sobrepeso,
  • la inactividad física,
  • una dieta alta en grasas, 
  • la exposición a radiación,
  • edad avanzada,
  • antecedentes de patologías mamarias como la hiperplasia atípica, por ejemplo. 

El rol de los antecedentes reproductivos en la prevención del cáncer de mama.

Sin embargo, los antecedentes reproductivos y hormonales suelen presentar una mayor incidencia en los diagnósticos de cáncer de mama. Las mujeres que han tenido su primera menstruación más temprana (alrededor de los 12 años) suelen tener un riesgo mayor del 5% por cada año más joven que una mujer llega a la menarquia. Por otro lado, aquellas mujeres que suelen tener hijos antes de los 35 años, pueden presentar una protección mayor ante el desarrollo del cáncer de mama, con respecto a aquellas que tienen su primer hijo, posterior a esta edad. Otro dato de gran importancia para aquellas que son madres, es que, por cada 12 meses de lactancia materna, hay una reducción del riesgo de desarrollar cáncer de mama del ~4% aproximadamente. Aun así, alrededor de la mitad de los diagnósticos de cáncer de mama, se dan en mujeres que no han estado expuestas a ningún factor de riesgo.

 

Más educación, más información. La estrategia para combatir el cáncer de mama.

En la actualidad, la prevención del cáncer de mama a nivel mundial, se ha centrado en la intervención educativa, e incentivar a la población para adoptar mejores hábitos de vida, que les permitan reducir los factores de riesgo mencionados anteriormente. Estas estrategias no solo tienen un impacto positivo en la prevención del cáncer de mama, sino también de otra serie de enfermedades relacionadas a estos factores de riesgo, totalmente modificables. 

Conozca sus síntomas para una detección temprana.

Como parte de la prevención del cáncer de mama, es necesario que las mujeres puedan reconocer los diferentes síntomas de este tipo de cáncer, el cual suele presentarse con mayor frecuencia como una masa indolora en la mama, y aún así, alrededor del 90% de las masas que se desarrollan en las mamas son por razones diferentes al cáncer, que deben ser consultadas, igualmente.

Otros síntomas que pueden presentarse incluyen engrosamiento de la mama, cambios en su tamaño, forma o apariencia, enrojecimiento de la piel, picaduras, hoyuelos, cambios en la apariencia de los pezones y/o secreción anormal del pezón. Es importante que sin importar si causa o no dolor, consulte con un especialista en cuanto se percate de la presencia de alguno de estos cambios en sus mamas.

¿Podemos prevenir el cáncer de mama?

Si bien el mejorar los estilos de vida, y adoptar unos más saludables que incluyan más ejercicio, menos consumo de alcohol, no fumar, una dieta rica en frutas y vegetales, baja en grasas, tener un peso saludable, y realizarse los chequeos médicos recomendados, puede ayudarle a reducir el riesgo de desarrollar esta y otras enfermedades, no existe una fórmula infalible para prevenir el cáncer de mama.

Sin embargo, su detección temprana, le ayudará a acceder a mejores tratamientos, que sin lugar a dudas, podrán mejorar su pronóstico, e incluso, salvar su vida. 

Por: Dr. Everardo Gutiérrez R.

Ginecólogo Oncólogo

@dr.gutierrezr

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