Súper Mamá, amamantar es un acto de amor muy especial entre tu peque y tú. Ese instante de conexión cuando lo sostienes entre tus brazos, sientes su calor y miras la satisfacción en su rostro ¡lo vale todo!
Para que ambos puedan recibir los beneficios de la lactancia es importante que cuentes con una buena alimentación. ¿Cuánto debes comer?, ¿qué alimentos son recomendables?, ¿cuáles debes evitar? Son muchas las interrogantes que se presentan con este tema, hoy Súper Mamá, te daremos algunos consejos para responderlos.
La lactancia y el consumo de calorías
Súper Mamá, esta es una de las primeras interrogantes que tenemos durante la lactancia. Anteriormente se recomendaba aumentar la ingesta de calorías para recuperar el gasto energético y producir mayor cantidad de leche. En la actualidad, esto no es algo obligatorio, excepto que sea sugerido por un profesional, de manera general estos prefieren enfocarse en la calidad de los alimentos y no en la cantidad.
Para que la lechita de tu peque contenga vitaminas, minerales, proteínas y todos los nutrientes que su cuerpo requiere, es necesario que tu alimentación diaria sea completa, diversa y balanceada. Estas son algunas pautas que puedes seguir para lograrla:
- Prepara un menú de 5 comidas diarias:
Súper Mamá, lo habitual es dividir nuestras comidas en 5 porciones al día, tres comidas que deben ser las principales (desayuno, almuerzo y la cena) más dos opciones que pueden ir a media mañana y merienda. Cuando amamantamos es fundamental mantener esta regla de alimentación, equilibrando los hidratos de carbono, proteínas, lácteos, frutas, verduras, cereales y grasas saludables.
- Alimentos ricos en minerales:
Alimentos con alto contenido de hierro, selenio, yodo y calcio serán de gran utilidad para el desarrollo psicomotor e intelectual de tu bebé. Yogur, leche, tofu, brócoli, espinaca, berro, acelga y otras plantas verdes, además de pollo, frutos secos, judías y pescados como el atún o salmón son una excelente fuente para recibir estos minerales.
- Consume ácido fólico
Los especialistas recomiendan consumir alimentos con ácido fólico o folato, tanto en el ciclo de gestación como en la lactancia, de esta manera prevenir los defectos de nacimiento en el bebé y mantener un desarrollo normal tras el parto. Algunos alimentos para consumirlo de manera natural son: la espinaca y otros vegetales de hojas verdes, aguacate, naranja, frutos rojos, frijoles, guisantes, semillas de girasol, remolacha, hígado y cereales como la avena o cebada.
- No olvides las vitaminas A, B, C y E
El consumo balanceado de todas estas vitaminas beneficiará a tu peque en su crecimiento, reduce el riesgo de infecciones, optimiza la función visual, fortalece el sistema óseo, tejidos y músculos, desarrolla las células sanguíneas, realiza un correcto funcionamiento del sistema inmune y otros. Algunas fuentes para recibirlas son: batatas, zanahorias, brócoli, leche, queso, huevo, kéfir, miso, tempeh, hígado, naranja, kiwi, fresa, melón, pistacho, mango, pescado, aceite de canola y maíz.
- Infaltable, la hidratación
Súper Mamá, siempre es importante que te mantengas hidratada, aún más durante la lactancia materna, ya que esta tiene entre el 80 % y 85 % de agua. Lo recomendable es que ingieras aproximadamente 3 litros de agua diario, así no correrás el riesgo de deshidratarte o que disminuya tu producción de leche.
¿Qué no debes consumir durante la lactancia?
Durante la lactancia evita ingerir alimentos altos en sodio o azúcar agregada, opciones procesadas como los enlatados o embutidos, las bebidas alcohólicas, el café, cigarrillos, alimentos picantes.
Súper Mamá, una buena alimentación cuida de tu peque y también de tu salud, es importante adquirir mejores hábitos y adaptarlos a nuestra rutina. Cuéntanos Súper Mamá, qué te pareció el artículo, ¿qué otro tema de lactancia te gustaría abordar? Te leemos.