En la actualidad existen empresas que mantienen una cultura laboral, de que el empleado tiene que estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana y se tiende a valorar más a los empleados que se quedan después de su hora de salida, que aquellos que se planifican eficientemente para poder finalizar su trabajo en las 8 horas reglamentarias. ¿Cómo establecer límites en el trabajo?
No obstante, es importante establecer que tanto en el trabajo como en la vida personal debemos establecer ciertos límites que buscan equilibrar la vida personal y la vida profesional, esto es esencial para mantener una buena salud mental y un bienestar en general.
En la gran mayoría de las empresas se suele escuchar a los empleados decir “Estoy sobrecargado de trabajo”, “No respetan mis días libres”. Estas afirmaciones tienen mucho que ver con que no se hayan establecido límites en el trabajo. Establecer límites en el área laboral nos hace ser más eficientes, productivos y esto repercute directamente en el ambiente laboral y a su vez en el mejoramiento de los procesos en la organización.
Los límites en el trabajo establecen aquello con lo que no nos sentimos cómodos en el ambiente laboral. Estos nos permiten cuidar nuestro tiempo, energía y por ende a estar más satisfechos con lo que hacemos en el trabajo.
La falta de estos límites en el ambiente laboral tiene como consecuencia un desequilibrio entre la vida profesional y personal, lo que repercute en nuestra salud mental, física y emocional.
Algunos de los problemas que queremos evitar al establecer límites son: problemas de salud física, síndrome de burnout, insomnio, etc.
Consejos para establecer límites en el trabajo:
- Aprende a decir “NO”.
- Toma descansos regulares en el trabajo. (Pausas activas)
- Define diariamente tus objetivos y prioridades. (No todo es prioridad)
- Aprende a equilibrar tu vida laboral y personal.
- Evita trabajar horas extras. (Siempre y cuando no sea necesario)
Súper Mamá, ¿qué te parecieron estos consejos? ¿Los vas a poner en práctica? ¡Te leemos!
Por: Lic. Oscar Gómez Psicólogo General