Para nadie es un secreto que actualmente en las instituciones educativas nos podemos encontrar con diversos fenómenos que inciden en el desenvolvimiento de los estudiantes a nivel educativo y a su vez, a nivel social, entre ellos, podemos mencionar: el acoso escolar o bullying como se le conoce popularmente.
En nuestra actualidad los padres y maestros se han dedicado a combatir este problema que afecta directamente el desarrollo biopsicosocial de nuestros adolescentes, y si tomamos en cuenta que, en esta edad, entre los 12 y 18 años, es donde se realiza la transición hacia la madurez en la que se han de ensayar casi todas las posibilidades de conducta.
El bullying o acoso escolar se define como un comportamiento que implique maltrato de tipo ya sea verbal, psicológico, físico o de índole social de un menor hacia otro en el ámbito escolar. Es importante tomar en cuenta que el bullying se manifiesta a través de diferentes conductas como insultar, intimidar, poner sobrenombres, excluir socialmente a un compañero o hablar mal de él y estimular su maltrato, entre otras. Este tipo de conductas suele ser motivada por el aspecto físico, la religión, el origen étnico, etc. El bullying tiene como objetivo someter a la otra persona para que sienta constantemente una sensación de intranquilidad e inseguridad, lo que, genera en los adolescentes un aislamiento social e incluso dependiendo de la situación puede terminar en pensamientos e ideaciones suicidas.
Hace pocas semanas en una encuesta realizada a los estudiantes por el Ministerio de Educación (Meduca), se pudo constatar que existen 800 estudiantes que admitieron haber tenido en algún momento de la pandemia pensamientos suicidas, por lo cual, es de carácter importante poder desarrollar políticas públicas de salud mental para los estudiantes de nuestro país.
Se habla mucho de las formas para ayudar a los adolescentes a evitar y afrontar el bullying en las escuelas, pero ¿qué pasaría si es nuestro hijo o hija quien lo hace? ¿Cómo evitar que nuestro hijo o hija sea un bully?
Para los padres, es muy difícil aceptar el hecho de que su hijo o hija sea el bully entre sus compañeros de clase. Lo importante es saber que podemos hacer algo al respecto y podemos actuar a tiempo para tratar de combatir esta conducta.
A veces nos equivocamos al pensar que los niños que acosan son “malos”, sin embargo, muchos niños no entienden completamente cómo sus acciones o palabras pueden llegar a hacerles daño a otros niños o niñas. Primeramente, hay que tomar en cuenta que los niños que son víctimas de acoso, ya sea en casa o en escuelas, a menudo se convierten en acosadores. Es posible que estos niños necesiten ayuda para aprender a manejar la ira, el daño, la frustración u otras emociones fuertes.
Es importante mencionar que los niños (as) aprenden mediante la observación y la imitación de las conductas que realizan los adultos, por lo que, es sumamente importante que prestemos atención a las conductas y a las opiniones que decimos en presencia de nuestros hijos.
Como especialista en salud mental, puedo mencionar ciertas pautas a nivel de prevención para evitar que los adolescentes ejerzan cualquier práctica que lastime a otros:
- Escuchar lo que nos cuentan nuestros hijos.
- Brindarles herramientas para que sepan resolver conflictos por ellos mismos, sin necesidad de ser violentos.
- Prestar atención a nuestras conductas y comentarios.
- Ayudarles a reconocer y enfrentar las injusticias
Lic. Oscar A. Gómez C.
Psicólogo General
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