Una de las cosas que tiene en la cabeza una mujer que piensa sobre el momento en el que le tocará dar a luz, es en las contracciones. Tanto se describen los dolores y la duración de los mismos que, incluso sin estar embarazada, más de una habrá tomado nota de distintos remedios para aliviarlos.
Una de las recomendaciones de las que más escuchamos es el yoga prenatal. Cinthia Pomaski, instructora de yoga prenatal y doula de parto con 5 años de experiencia en el tema, ha tenido la oportunidad de trabajar con todo tipo de embarazadas tanto en clases grupales como en privadas y explica qué es el yoga prenatal, cómo surgió, sus beneficios y las precauciones que debes tomar antes de elegir un instructor.
¿Qué es el yoga prenatal y qué tipo de asanas se hacen?
El yoga prenatal es un estilo de yoga que está enfocado en darle beneficios a la mujer embarazada, a mantenerla saludable durante todo su embarazo y a ayudarla a conectarse con su cuerpo, con su bebé y sobre todo con su respiración.
Cada clase de yoga prenatal que yo enseño tiene secuencias específicamente diseñadas y adaptadas al cuerpo de una mujer embarazada. Utilizamos herramientas como cobijas, bloques, cintas, todo lo que ayude a que la mujer pueda lograr las posturas de yoga, pero con las modificaciones específicas para su cuerpo y sobre todo para el trimestre del embarazo que está atravesando.
Las asanas son muy parecidas a las de la clase de yoga regular o a la de otros estilos de yoga, simplemente tratamos de seleccionar las posturas que obviamente van a ser más beneficiosas para el cuerpo de una mujer embarazada. Tratamos de no hacer tantas inversiones.
¿Cómo surgió el yoga prenatal?
El yoga prenatal es un estilo dentro de la ciencia del yoga. Así como hay yoga de la tercera edad o yoga para niños, el yoga prenatal comienza a formarse para poder brindarle a la mujer embarazada todos los beneficios de la práctica, pero adaptada a su cuerpo, a sus necesidades y a esta etapa maravillosa que está viviendo en su vida.
¿Por qué recomiendas el yoga prenatal?
Desde mi punto de vista, el yoga prenatal es uno de los ejercicios más completos que puede hacer una mujer durante su embarazo para mantenerse saludable y al mismo tiempo empezar a prepararse y obtener herramientas que la van a ayudar en el nacimiento de su bebé.
Desde el punto de vista físico, las asanas, o posturas, que hacemos en las clases están pensadas para el cuerpo de una mujer embarazada.
Generalmente las embarazadas tienen molestias en la espalda baja, se sienten cansadas y los pies se les hinchan. A medida que su bebé va creciendo sienten menos espacio para respirar profundo y bueno, todo lo que intentamos hacer en las clases son movimientos y posturas que van a aliviar estas molestias y que les van a dar herramientas para prepararse para la labor de parto.
Inclusive si se da por una cesárea, por ejemplo, porque muchas mujeres sienten ansiedad, sienten nervios frente a lo que puede llegar a pasar durante el parto, y la respiración es una de las herramientas que tienen más a mano para volver a ese espacio de tranquilidad, para conectarse con su cuerpo, para conectarse con su interior. Desde mi punto de vista, esos son los beneficios más grandes; aliviar las molestias que pueden surgir durante el embarazo y obtener herramientas como la respiración consciente que las va a ayudar en el embarazo, la labor de parto, el nacimiento de su bebé y después, por supuesto, durante la maternidad.
¿Qué precauciones debes tomar a la hora de seleccionar al instructor?
Lo más importante, que les recomendaría a todas las mujeres que están interesadas en tomar clases de yoga prenatal, es que busquen a un instructor o instructora capacitada para enseñar yoga prenatal.
Las clases son muy distintas inclusive a unas de yoga básico. Este instructor debería por lo menos conocer lo básico sobre el cuerpo de una mujer embarazada, sobre los trimestres de embarazo, qué cambios van sucediendo en el cuerpo, qué posturas se recomienda hacer y cuál es mejor no hacer.
Algunos instructores no recomiendan hacer yoga prenatal si nunca antes se ha hecho yoga.
Una mujer que no tiene práctica de yoga, que no sabe cómo hacer las modificaciones de las posturas, que requiere un poco más de atención de parte del instructor, no debería tomar una clase de nivel principiante que no sea de yoga prenatal porque esas clases generalmente tienen posturas o movimientos que son mucho más fuertes mucho más enérgicos que tal vez no son lo ideal para el cuerpo de una mujer embarazada.
Eso sí, si una mujer tiene una práctica de años en yoga, o es profesora de yoga y queda embarazada, no tiene por qué dejar practicarlo o anotarse sí o sí en una clase de yoga prenatal, porque esa persona sabe modificar las posturas, sabe cuándo algo se siente bien o cuando mejor debería parar, conoce su cuerpo.
¿A partir de qué mes se puede comenzar?
Si la mujer tiene un embarazo saludable, puede comenzar las clases de yoga prenatal cuando ella desee.
Algunas mujeres, por recomendación de su doctor, comienzan a partir de su segundo trimestre. Mientras más temprano comiences a hacer yoga prenatal, a mover tu cuerpo, mucho mejor; porque los beneficios se van a ver desde antes y es posible que las molestias del embarazo no aparezcan o que sean mucho más leves
Nunca es tarde para comenzar la clase. Hay muchísimas mamás que trabajan, entonces no pueden asistir a las clases durante la gran mayoría de su embarazo y se incorporan a la clase en la semana 35 o 36 de embarazo y eso está perfecto.
¿Hay riesgos?
Si van a una clase de yoga prenatal, que el instructor está preparado para enseñar, no hay ningún tipo de riesgos. Tampoco hay riesgos si una mujer quiere hacer yoga regular, pero ella ya tiene una práctica de yoga desde hace años o conoce perfectamente su cuerpo y las modificaciones de las posturas, en ese caso también podría asistir a una clase de yoga normal.
Pero yo sería muy cuidadosa si estoy embarazada, de buscar una clase de yoga exclusivamente prenatal donde el instructor o la instructora generalmente va a saber qué modificaciones darme en las posturas, qué beneficios tiene cada una de las posturas en el cuerpo de una mujer embarazada.
En las clases de otros tipos de yoga se practican muchos giros y otras posturas más intensas que no hacemos en las clases de yoga prenatal, o al menos no las hacemos con la misma intensidad de una clase de yoga de nivel principiante o de otro estilo.
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