Por: Melanie Parker
Psicóloga Clínica de niños y adolescentes. Psicoterapeuta.
Durante la historia de la humanidad, el/la primer hijo/a siempre ha ocupado un lugar importante en las familias. Es la primera experiencia de esos padres con este nuevo ser que requiere de todo nuestro cuidado y que en general las mamás y papás hacen mucho esfuerzo
por ser los mejores para ese/a hijo/a. ¿Qué pasa con ese/a primer/a hijo/a cuando llega un nuevo integrante al que hay que darle ahora todos los cuidados que le daban a él/ella antes?
¿Se sentirá desplazado/a? ¿Sentirá celos?
Existe la posibilidad que ese niño o niña experimente celos ante la llegada de un nuevo hermanito, incluso si ya existen otros/as hermanos/as. Es natural sentir celos cuando esas
personas que amamos, en este caso los padres o cuidadores, ahora deben dedicarle tiempo a
otra persona y “hacer por ese/a bebé lo que antes hacían por mí”. Incluso puede parecer que
el niño o niña “retrocede” en ciertas conductas o comportamientos. Por ejemplo, antes comía
solo/a y ahora quiere que lo/la acompañen o le den la comida. También es esperado que tú,
supermamá o superpapá, ya no puedas dedicar todo el tiempo a un/a solo/a niño/a.
Me imagino que ahora te podrás preguntar, ¿pero hasta dónde son normales estos celos? Te
cuento que clasificar la conducta como “normal” o “anormal” es un tanto complicado, ya que
la conducta hay que interpretarla de acuerdo al contexto en el que ocurre. También es importante tener en cuenta la edad del niño/a y el tiempo que ha transcurrido desde el nacimiento del nuevo/a hermanito/a. Sin embargo, si observas algunos de los siguientes comportamientos o situaciones consulta con un profesional idóneo:
• Cambios bruscos en su conducta habitual. “Antes no se comportaba así”.
• Alteraciones en el estado de ánimo.
• Conductas agresivas hacia los demás y/o hacia él/ella mismo/a.
• Si asiste a la escuela, disminución de las calificaciones. También reportes por parte de los maestros/as acerca de algún cambio que noten.
• Rechazo absoluto hacia el/la nuevo/a bebé.
Si estás en la espera de un bebé y tienes ya otros/as hijos o hijas, te dejo algunos “tips” para que podamos ayudar a nuestros/as niños/as en esta transición y que para ellos/as también sea un proceso ameno:
- Conversar acerca de la llegada del nuevo/a integrante y de todos los cambios que eso conlleva.
- Resaltar que, a pesar de esos cambios, sus papás seguirán siendo sus papás.
- Involucrarlo en el proceso de preparación en la medida de lo posible. Por ejemplo, que participe en el arreglo de la habitación para su hermanito/a. No es llenarlo de tareas porque “ahora eres el hermano/a mayor” sino más bien enviarle el mensaje de “nos interesa tu opinión y participación, también formas parte de…”
- Al momento del nacimiento, el/la bebé nuevo/a puede darle un regalo a su hermano/a mayor y viceversa.
- Permitir que el/la niño/a participe en el cuidado de su nuevo/a hermanito/a en la medida de lo posible.