Fortalece los músculos de tu suelo pélvico con los ejercicios de Kegel.
Texto. Diana Sofía Hernández
Si alguna vez has escuchado hablar sobre los ejercicios de Kegel te contamos que les deben su nombre a los músculos de Kegel, que fueron descritos por primera vez en la década de 1940 por el ginecólogo Arnold Kegel y son los encargados de soportar el útero, la vejiga, el recto y el intestino delgado. Como verás, ya de por sí soporta varios órganos, a eso agrégale el peso de un bebé en gestación.
Éste médico especialista además creó una serie de ejercicios como alternativa no quirúrgica para relajar y fortalecer los músculos de esta zona del cuerpo. Además, practicándolos a diario podrás mejorar tu vida sexual, ya que fortalecerás toda el área genital.
En general, los ginecólogos recomiendan a mujeres e incluso hombres a realizar estos ejercicios también para prevenir la incontinencia urinaria o control intestinal. Pero antes de empezar a practicarlos, se recomienda ver a un médico para descartar cualquier problema médico que impida practicarlos.
Según la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos describe estos ejercicios como “fingir que usted tiene que orinar y luego contenerse. Usted relaja y aprieta los músculos que controlan el flujo de orina. Es importante encontrar los músculos correctos que va a apretar”.
Para hallarlos, recomiendan que la próxima vez que se vaya al baño se contenga el flujo de orina por unos segundos y se concentre en sentir cómo los músculos de la vejiga y vagina se contraen y se desplazan hacia arriba. Mientras tanto, los músculos de los muslos, glúteos y abdomen deben mantenerse relajados.
Una vez se haya familiarizado con el movimiento, se recomienda repetirlos tres veces al día. Según las especificaciones del documento de la biblioteca los pasos serían los siguientes:
- Cerciórese de que la vejiga esté vacía, luego siéntese o acuéstese.
- Apriete los músculos del piso pélvico. Manténgalos apretados y cuente hasta 8.
- Relaje los músculos y cuente hasta 10.
- Repita 10 veces, 3 veces al día (mañana, tarde y noche).
Pero ellos también anotan algunas precauciones que recomiendan seguir, como que no se practique este ejercicio mientras se orina, ya que puede tener el efecto contrario y debilitar esta zona; tampoco recomiendan realizarlos si la persona no está segura de estar haciéndolos correctamente ni llevarlos a cabo con mucha fuerza. También aclaran que la incontinencia regresa al dejar de hacer estos ejercicios y recomiendan ser constantes en la práctica.
Para terminar, comentan que en ocasiones puede pasar algunas semanas antes de empezar a ver resultados, pero está comprobado que estos ejercicios funcionan y si hay disciplina en la práctica, dependiendo de tu cuerpo, podrás sentir la diferencia en tu zona pélvica.