Escrito por: Psic. Hannah Sofía Anda Romero
Estamos viviendo una época diferente, Súper Mamá. Se han presentado muchos desafíos. Muchas nos hemos preguntado: “¿Cómo ser capaz de salir adelante?” En este artículo, la Psicóloga Hannah Anda, comparte sobre cómo desarrollar habilidades para afrontar los eventos difíciles del día a día.
Antes de ser mamá, eres un ser humano. Como parte de ello, seguramente, has experimentado una serie de vivencias, tanto placenteras como displacenteras. A este punto, tal vez te ha cruzado alguna por la mente, o incluso, puede ser que en este momento te encuentres en una situación donde te estés preguntando: “¿es posible salir adelante?” y si es así, “¿cómo le hago?”
¿Qué es la resiliencia?
Existe un término dentro de la psicología llamado “resiliencia”. El psiquiatra Boris Cyrulnik lo define como la capacidad de recuperarse y desarrollarse después de un trauma, es decir, de un evento estresante. La resiliencia depende de dos factores importantes: la persona y su entorno. El entorno hará el papel de fomentar un lugar de apoyo y seguridad para que la persona, a su vez, aprenda a gestionar sus emociones y generar diferentes habilidades de afrontamiento. Aquí puedes observar cómo apoyar a tus niños, pero, ¿cómo lo aplico a mi como madre?
Salir adelante siendo MAMÁ.
Te contesto a la primera pregunta, sí, ¡es posible salir adelante!. Pero, para esto hay un reto enorme que, generalmente, no adoptamos como cuidadoras: prestar atención a nuestras necesidades. Como mamá puede ser que hayas pasado a segundo plano en muchas ocasiones. Esperando así estar haciendo lo mejor por tus hijos o hijas. Esto es totalmente normal. El problema es que lo hemos normalizado tanto, que te terminas abandonando. Lo último, ya no es bueno ni para ti ni para tu familia. Porque aquí está el secreto: tus hijos necesitan una mamá feliz y tranquila, no una mamá perfecta.
Siendo una mamá resiliente.
Si de pequeña no estuviste en un lugar seguro, mismo que propiciara tus habilidades de afrontamiento, no te preocupes, aún así puedes puedes practicar la resiliencia.
Uno de los principios básicos, es que formes lazos afectivos fuertes con la finalidad de tener una buena red de apoyo. Esto lo puedes lograr con tu familia: pareja e hijos, principalmente. Establece una buena comunicación, intenta realizar actividades con todos juntos, pero también con cada uno por separado, busca conocer sus intereses y ser para ellos también, un lugar de apoyo. También es bueno hacerlo con tus amigos. Busca tiempo para formar lazos que te hagan sentir tranquila y apoyada en todo momento.
Autorregulación emocional.
Otro motor importante de la resiliencia es la autorregulación emocional. Pero para ella, necesitas primero conocer tus emociones y así empezar a gestionarlas de manera que actúen funcionalmente. Uno de los grandes poderes de la autorregulación es que se puede transmitir a los demás por medio del modelamiento. Es decir, tu logras organizar lo que sientes y representarlo, y tu entorno aprende a hacerlo de la misma manera, sobretodo tus hijos.
Para adquirir la habilidad es importante que te preguntes: “¿qué emoción siento? ¿cuándo se detona? ¿qué suelo hacer? ¿qué suelo pensar con esta emoción? ¿qué me gustaría hacer en lugar de lo que actualmente hago?” Conecta con aquello que sientes, tus emociones no se van a ir a ningún lado, necesitas atenderlas.
No tengas miedo de dedicarte tiempo, no es algo egoísta ni te hace peor mamá. Al contrario, es justo lo que necesitas para estar bien. Primero precisas de estar tranquila, para poder ofrecer a los demás una versión de ti con la que te sientas plena y feliz. Escribe, pinta, baila, canta, haz ejercicio, sal por una copa de vino con tus amigas, lee, medita, lo que sea que te guste hacer.
Mamá merece tiempo, espacio y amor también. Eso hará que tengas la fortaleza de superar las adversidades ¡Encárgate de dártelo!
Súper Mamá, ¿Qué piensas de la resiliencia? ¿Qué estrategias usas para cuidar de ti? ¿Piensas que esta es una habilidad en la que te gustaría trabajar? ¡Coméntanos!
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