Súper Mamá, a nivel mundial la depresión se ha convertido en una enfermedad que puede encontrarse tanto en adultos como en niños. En este artículo, responderemos a tu pregunta: cómo identificar si mi hijo está deprimido.
Generalmente, los niños tienen gran interacción social y muestran fácilmente sus sentimientos. Esto nos permite visualizar mejor cualquier signo de tristeza, desaliento, irritabilidad, entre otros factores reactivos que nos pueden dar pistas de cómo se siente nuestro peque.
La tristeza vs la depresión.
Súper Mamá, muchas veces tendemos a confundir el sentimiento de tristeza con la depresión. La tristeza es una emoción universal. Tiene una función adaptativa y se va a desarrollar en un tiempo corto mientras pasa la situación reactiva que la generó. En cambio, la depresión es una alteración grave del estado de ánimo donde la persona, constantemente, se siente insatisfecha con su vida y que requiere una acción inmediata a través de un tratamiento puntual.
Investigaciones recientes han demostrado que un 2% de los niños sufren de depresión. Es un porcentaje que ha ido incrementando. Sobre todo con la situación actual que se está viviendo por la pandemia.
La depresión en los niños puede ser severa y de larga duración. Interfiere en todos los aspectos de la vida diaria del peque. Impactando desde el rendimiento escolar hasta la interacción social con sus familiares y amigos.
¿Cuáles son los síntomas que nos indican depresión en los niños?
Los síntomas de depresión en los niños pueden variar según la personalidad de cada uno. Sin embargo, existen signos claves que nos pueden alertar de este padecimiento:
- Estado de ánimo irritable o triste: los peques suelen estar malhumorados, más que tristes.
- Pérdida de interés o placer: pasan menos tiempo en hobbies o actividades que anteriormente les gustaban. También es notorio que suelen tener un aislamiento social.
- Cambios en el apetito, con impacto en el peso.
- Dificultades para dormir o pueden tener un sueño excesivo.
- Pronunciados cambios psicomotores: teniendo dificultad para estar tranquilo o por el contrario tiende a moverse de manera alterada.
- Pensamiento de inutilidad o culpa: sienten, constantemente, que no son útiles para nada.
- Fatiga, pérdida de energía.
- Dificultades para concentrarse en el desarrollo de las actividades rutinarias: actividades académicas, juegos deportivos, quejas de memoria, entre otras.
- Pensamientos de muertes o intentos de suicidio.
- Muestras de ansiedad: nerviosismo y quejas constantes por todo.
- Trastornos de conducta: indisciplina.
- Trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): muy bajo nivel de concentración que puede tornarse en dificultades de aprendizaje.
¡Atender la situación a tiempo!
Súper Mamá, si ves a tu peque con alguno de estos síntomas es importante que busques ayuda profesional idónea. Un psicólogo clínico puede hacer una evaluación y descartar la patología de depresión u otra causa que pueda estar afectando al niño.
Cuando se observan más de cinco síntomas de los arriba descritos, es un estado de alerta para llevar al niño con el especialista. Él te indicará los pasos a seguir.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi peque con depresión?
Súper Mamá, la depresión es un tanto difícil de tratar. Puedes seguir unas recomendaciones sencillas que contribuyan al tratamiento que te haya indicado el especialista. Entre ellas se tienen:
- Elogia a tu peque frecuentemente, reforzando todas las acciones positivas que realice. Como terminar tu tarea, tender la cama, etc.
- Hazle saber sus pensamientos negativos, cuando los exprese y que otra alternativa hay.
- Ayuda al niño a diferenciar entre los acontecimientos que él puede controlar y los que están fuera de su alcance (minimizar la culpabilidad).
- Comparte siempre cualquier cambio o actividad familiar. Incluyelo en la toma de algunas decisiones familiares.
- Pide a tu peque que anote sus pensamientos positivos de 3 a 4 veces al día, puede hacerlo en papel o en su computador personal. Si es muy pequeño, puede describir estos pensamientos a través de dibujos o comentarlos oralmente.
- Planea actividades que sean de interés para el pequeño. Por ejemplo: manejar bicicleta, pintar, hacer dibujos, etc.
- Si tiene problemas para conciliar el sueño, controla un horario para la hora de ir a la cama. Haz actividades como escuchar música relajante o la lectura de un cuento para que este pueda dormir tranquilamente.
- Para mejorar la agitación o hiperactividad, puedes hacer actividades de respiración y relajación con tu peque. El yoga puede ser una gran alternativa.
- Si tu peque se muestra agresivo debes rechazar dicha conducta de una manera amable pero firme. Debes evitar ponerte agresiva también cuando converses con él.
- Anima a tu peque a participar en clases o que converse con sus amiguitos. Para mejorar su interacción social.
- Ante los pensamientos suicidas, busca ayuda profesional inmediatamente.
Súper Mamá, la mejor manera que puede tener el niño para superar la depresión es llenarte de paciencia y regalarle todo tu amor. Es importante que todos los miembros de la familia le den cariño, comprensión y mucha comunicación haciéndole sentir lo mucho que vale.
Súper Mamá, ¿qué te pareció este artículo? ¿Has enfrentado alguna situación de depresión con tu hijo? Comparte tus comentarios, juntas crecemos con ellos.