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Alimentación y adolescencia, ¿qué deben comer nuestros hijos?

Como Súper Mamás debemos transmitir hábitos alimenticios saludables como: consumir frutas, verduras, beber suficiente agua y demás. ¡Haz la prueba!

Texto: Iranela Sánchez

 

¡La adolescencia! Una etapa bastante difícil de la vida, porque es la transición entre dejar de ser niño y empezar a ser un adulto. ¡Una etapa que, en la mayoría de los casos, nos sacan canas verdes! Distintas personalidades salen a la luz y, uno de los temas que nos preocupa es la alimentación de nuestros hijos, porque a veces optan por picadas y comidas rápidas consumidas fuera del hogar que, nosotras las Súper Mamás no podemos controlar.

 

También, se debe hacer mención a la gran preocupación que tienen los adolescentes por su imagen corporal y pueden realizar dietas restrictivas para acercase a un ideal de belleza, influenciados por los modelos sociales del momento y que pueden dar lugar a serios trastornos alimenticios; por eso es muy importante que la familia sepa transmitir a los hijos -de la manera más sencilla- el respeto y amor por su cuerpo, al mismo tiempo que hábitos alimentarios y de vida adecuados.

 

Los adolescentes tienen necesidades nutritivas marcadas por procesos de maduración sexual, aumento de talla y peso, aumento de masa corporal y aumento de masa ósea, por lo que requiere mayor cantidad de energía y nutrientes como carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, en forma equilibrada o balanceada.

 

Por ello, mis queridas Súper Mamás, hoy salimos en tu auxilio y te traemos algunas sugerencias de lo que deben comer nuestros hijos para que adquieran un estilo de vida saludable. ¡Toma nota!

  1. La alimentación debe ser variada. Nuestro organismo necesita diferentes nutrientes para estar sano, ningún alimento contiene todos los nutrientes, de modo que no conviene comer siempre lo mismo. Disfruta de tus comidas en compañía de familiares y amigos y fíjate en lo que comen los demás seguro que descubres nuevos alimentos para dar a tu alimentación mayor variedad.
  2. Consume frutas y verduras. Contienen nutrientes que te ayudan a mantenerte sano y son el complemento ideal durante el desayuno, refrigerio, almuerzo y cena.
  3. La higiene, esencial para tu salud. No toques los alimentos sin lavarte las manos con agua y jabón, cepilla tus dientes después de cada comida, y tras el cepillado nocturno ya no deberías ingerir alimento o bebida alguna excepto agua.
  4. Bebe suficiente agua. Es fundamental mantener el cuerpo bien hidratado ya que más de la mitad del peso es agua, por lo que debes tomar agua al menos cinco vasos al día. Si hace mucho calor o realizas una actividad física intensa, deberás aumentar el consumo de líquidos.
  5. Haz cambios graduales. No intentes cambiar tus hábitos de alimentación y comportamiento de un día para otro, te resultará mucho más fácil hacerlo poco a poco, marcándote objetivos concretos cada día, no prescindas de lo que te gusta, pero intenta que tu alimentación sea equilibrada y que contengan todos los nutrientes.
  6. Consume alimentos ricos en carbohidratos. La mitad de las calorías de tu alimentación deben proceder de estos nutrientes, especialmente productos elaborados a base de trigo, cereales, papas, yucas y legumbres y no de dulces caramelos, chocolates, etc.
  7. Mantén un peso adecuado para tu edad. Mantén un peso adecuado según tu edad, sexo, altura, constitución, actividad física que realizas y factores hereditarios. ¡Ten en cuenta que no es bueno pesar mucho o poco!
  8. Come regularmente. Nuestro cuerpo necesita disponer de energía a cada instante, así como los vehículos necesitan combustible para moverse. Al levantarnos después de pasar toda la noche sin comer, nuestro nivel de energía es muy bajo, de modo que conviene hacer un buen desayuno, toma tus refrigerios a media mañana y media tarde, tu almuerzo debe ser completo y tu cena en menor cantidad.
  9. Haz ejercicios. Una bicicleta que no se usa acaba oxidándose, con los músculos y huesos ocurre lo mismo, hay que mantenerlos activos para que funcionen bien. Intenta hacer algo de ejercicios cada día, por ejemplo: sube por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, si puedes vete caminando al colegio, a la hora de recreo y en tus tiempos libres practica alguna actividad física (la que más te guste).
  10. Recuerda que no hay alimentos buenos o malos. Equilibrio y variedad son las claves para que tu alimentación te ayude a mantener una buena salud.

 

Así que ya lo sabes Súper Mamá, pon a prueba todas las recomendaciones mencionadas y trata de comunicárselas a tus hijos, con el único objetivo de promulgar hábitos alimenticios saludables. ¡Haz la prueba!

 

Y tú, ¿cómo es la rutina alimenticia de tus hijos? ¿En qué te basas? ¡Coméntanos!

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