Súper Mamá, se acerca el tan esperado día de Navidad. Siempre es bueno recordar y enseñarle a nuestros que la Navidad es más que regalos y fiestas, es una época para compartir en familia, aportar a nuestra comunidad y celebrar el nacimiento del Niño Jesús. En este artículo, nuestra súper mamá Yescenia Navarro nos comparte cómo le enseña a sus hijas el verdadero valor de la Navidad.
Amo la Navidad, es mi época favorita del año, una temporada llena de fiestas, celebraciones, comida y muchos pero muchos regalos. Desde que arranca diciembre aumenta el tranque, las luces, las actividades que muchas veces cuando vamos por la mitad de mes ya estamos agotados. Siempre aprovechamos los días previos para conectar con familia y amistades que no vemos con frecuencia y nuestra agenda esta llena de reuniones y fiestas para celebrar, agradecer o simplemente compartir. Los niños esperan con ansias esos regalos que les va a traer Santa Claus (eso si, si se han portado bien). Por todas estas cosas es muy fácil que nuestros hijos asocien la Navidad con estas cosas: regalos, fiestas y reuniones, y esto no tiene nada de malo porque por supuesto que la navidad es todo esto, pero hace un par de años me empecé a preguntar, ¿cómo hago para que mis hijas pudieran disfrutar de todo lo lindo de la Navidad y que siempre entendieran el verdadero significado de esta celebración?.
Esta inquietud me llevo a recordar una tradición que hice por muchos años junto a mi abuela Bella (QEPD). Desde que tengo uso de razón todos los años me contaba la historia del nacimiento de Jesús y que esa era la principal celebración de la Navidad. Recuerdo que cuando poníamos el árbol siempre se ponía el nacimiento y ella se esmeraba por hacerlo muy lindo con foquitos, casitas, pastores, animales y por supuesto el pesebre. Siempre poníamos juntas el nacimiento, pero al niño Jesús no lo poníamos porque no había nacido todavía esperábamos el 24 a la medianoche para ponerlo juntas y darle gracias al Niño por otra Navidad que nos permitía compartir y le pedíamos por allí mismo que la próxima nos permitiera estar juntas.
Otra cosa que mi abuela me enseñó fue que en esta época es muy importante compartir con aquellos que no tienen y era por eso que siempre llevábamos juguetes y comida a comunidades necesitadas. Hoy me esmero muchísimo porque esta temporada para mis hijas sea muy especial y que siempre tengan presenten que lo más importante es recibirnos para la llegada del Niño Jesús que vino al mundo con muy poco, entonces aun cuando esperan con ansias sus regalos, también encontramos espacios para compartir con otros, ellas sacan aquellos juguetes y ropa que ya no usan y que están en buen estado y los donamos, así ellas aprenden a no apegarse a las cosas materiales.
Con un mundo tan acelerado como el que vivimos hoy trato de hacer espacios para compartir con ellas en familia, que no todo sea compras muchas veces el mejor regalo que les podemos dar es compartir con ellas las cosas que a ellas les gustan.
Hoy más que nunca debemos llenarnos del verdadero espíritu navideño, ese que nos lleva a compartir con otros, a valorar a las personas y los momentos que podemos compartir con ellas, a agradecer por todas las cosas que tenemos y sobretodo a recibir ese regalo que le hizo Dios al mundo, el nacimiento de su hijo Jesús.
Este año aunque mi abuela Bella está en el cielo, seguiré esa tradición con mis hijas de cantarle feliz cumpleaños al niño Jesús y pedirle que esta navidad nos llene de amor, paz, salud y muchas bendiciones.
¡Felicidades a todas ustedes Súper Mamás!
Yescenia
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