Nuestros niños aprenden jugando y a través del juego aprenden a conocerse a sí mismos, a su entorno y a relacionarse con lo que le rodea.
Texto: Iranela Sánchez
Por supuesto que no deseamos ver juguetes regados por toda la casa. Pero, esta es una misión que cuesta un poco sobre todo cuando tenemos hijos chicos -háblese de dos a tres años- porque el carrito, la muñeca, los legos, libros de pintar y demás chécheres cuelgan del baño, la recámara y hasta del portal.
Esta actitud es completamente normal, es parte de su crecimiento. Sin embargo, los niños aprenden muy rápido a través del juego y, muchas veces como mamás no le damos su real importancia. No es sólo el hecho de jugar, sino que el juego es la primera herramienta que tienen los niños para aprender sobre sí mismos, sobre su entorno y a relacionarse con lo que le rodea.
Además, mamá debe enseñar a recoger sus juguetes y a guardarlos en sus respectivos lugares. Todo esto se logrará con la práctica y constancia que le dediquemos al tema.
Lo ideal es evaluar ese rinconcito de la casa que esté dedicado a los niños, es decir, su zona de juegos. ¿Dónde lo puedes instalar? Puede ser un espacio en el cuarto, la sala o el rincón que prefieras.
La decoradora Karen Sánchez propone que en el rincón de juegos ubiques una mesa circular para jugar y pintar. “Las paredes a su alrededor pueden contener módulos con repisas abiertas para guardar los juguetes, legos, pinturas y demás”, indica Sánchez.
Es necesario que en la zona de juegos se cumplan los siguientes aspectos:
Muebles
Los niños más pequeños deben tener todo a su alcance, por eso, las repisas altas deben estar a 1,20 mts del piso como máximo. Si la estantería está ubicada en el suelo, coloca los juguetes, libros y útiles de mayor uso en los primeros módulos para un fácil acceso.
Seguridad
Cubre el piso con los divertidos cuadros de goma decorados con números o letras, ya que son antideslizante. Recuerda que la seguridad de los pequeños es primordial.
Tonalidades
Cuando es un espacio de juego, tómate la libertad de usar colores fuertes en la pared principal, como verde, morado, azul, fucsia o naranja. Puedes mezclar sus tonalidades más suaves en los muebles. También es posible incluir papel tapiz en el muro protagonista o utilizar pintura pizarra y convertir la pared en un lienzo para darle rienda a la imaginación.
Pero ¿para qué sirve jugar?
A través del juego se logran diversos beneficios que ayudarán a nuestro hijo en su desarrollo. Toma nota:
Físicas
Para jugar los niños se mueven, ejercitándose sin darse cuenta, con lo cual desarrollan su coordinación psicomotriz. Además de ser saludable para todo su cuerpo: músculos, huesos, pulmones, corazón, etc; por el ejercicio que realiza. También lograr conciliar bien el sueño.
Desarrollo sensorial y mental
Para jugar los niños se mueven, ejercitándose sin darse cuenta, con lo cual desarrollan su coordinación psicomotriz. Además de ser saludable para todo su cuerpo: músculos, huesos, pulmones, corazón, etc; por el ejercicio que realiza. También lograr conciliar bien el sueño.
Afectivas
Al experimentar emociones como sorpresa, expectativa o alegría; y también como solución de conflictos emocionales al satisfacer sus necesidades y deseos que en la vida real no podrán darse ayudándolos a enfrentar situaciones cotidianas.
Creatividad e imaginación
El juego las despierta y las desarrolla.
Forma hábitos de cooperación
Para poder jugar se necesita de un compañero.
Conocimiento
El juego hace que los bebés y niños pequeños aprendan a conocer su cuerpo, los límites de él y su entorno.
Muchos dirán que necesitas una gran casa para poder organizar los diferentes rincones. ¡Pues no! Solo necesitas un poco de creatividad.
Es muy importante que le expliques al niño para qué sirve el rincón de juegos, a qué se juega, qué se aprende, las normas de la zona y lo más importante: ¡después de jugar se recoge todo!
Ya estás enterada Súper Mamá y, ¿cómo manejas la zona de juegos en tu casa? ¡Cuéntanos!