Seguro te ha pasado Súper Mamá, que al momento de hacer las comidas para tus niños, uno de los peques se muestra difícil, terco y selectivo para comer todo lo que le sirves. Lo has intentado todo: decorar el plato, hacerle sándwiches con ojitos, esconderle los vegetales. Y nada. ¡No sabes qué más probar!
Por lo general, un niño menor de 2 o 3 años de edad, será selectivo al comer. Esto es bastante normal, ya que está atravesando una fase de desarrollo del gusto, lo que forma parte del desarrollo de su personalidad. Pero si se hace cada vez más selectivo y la situación se prolonga en el tiempo, puede llegar a ser un problema.
En este artículo, te comentaremos algunos tips importantes que te ayudarán en esta situación particular, donde tu peque es selectivo/a al comer.
Es importante usar diversas estrategias cuando tienes un niño selectivo con la comida, puedes probar con las siguientes:
No le ofrezcas alimentos nuevos cuando ya está lleno/a o satisfecho/a. Si esperamos a que tenga hambre, quizás ahora esté más dispuesto a probar algo nuevo.
Esto ayuda en su dominio al comer, haciéndole sentir que tiene control de lo que come.
Es más probable que el niño pruebe comerse algún alimento nuevo, escogido por él o ella.
Es posible que el niño o niña esté atravesando una etapa, en la cual solo quiera consumir una comida específica. Ésta, rápidamente, se convierte en su favorita en un determinado momento. Hay que dejar al niño superar esta etapa, sin excesos.
Al hacer las compras al supermercado, es indispensable permitirle al niño escoger por sí mismo algunos alimentos, orientándole a tomar opciones nutritivas.
Involucrar al niño en la preparación de los alimentos, hará que deguste sabores nuevos. Y, así, pueda mejorar su apetito y gusto por comer.
Puedes enseñarle al niño de dónde vienen ciertos tipos de alimentos. Para ello se pueden plantar hierbas o vegetales con ellos.
Debes dejar cualquier método de coacción: premios, sobornos y otros para condicionar el cariño por comer o no. El niño debe comprender que debe alimentarse por su bien. Que la comida es fuente de energía y salud para su organismo. Y, por ello debe ingerirle, no hacerla para obtener premios.
Es conveniente disponer de un buen clima familiar, donde toda la familia pueda sentarse en la mesa del comedor y conversar sobre diversos temas. Sin enfocarse en el pequeño que es selectivo al comer.
Los niños comen mucho con la vista, por lo que una presentación colorida y atractiva puede picar su curiosidad para degustar.
Recuerda ante todo, Super Mamá, que la paciencia es la pieza clave aquí. Esto no es carrera de velocidad, sino de resistencia. Y el enfoque no debe ser el alimento ni crearle a tu hijo/a esa vergüenza por ser selectivo/a al comer. Cada victoria pequeña es un gran logro, y eso es importante comentárselo a tu hijo/a.
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