in , ,

¡Feliz día para los Súper Papás!

¡Feliz día para los Super papás!

Este mes en Súper Mamás no solo celebramos a los papás. Celebramos a los Súper Papás. Esos héroes sin capa que han entendido que la crianza no es un trabajo por horas, ni una ayuda ocasional. Es un compromiso de todos los días. De ambos. Porque criar hijos no es tarea solo de mamá, es una misión compartida.

Hablamos de ese papá que sabe exactamente cuántos minutos hay que cocer la pasta de dinosaurios para que no quede ni muy blanda ni muy dura. Que tiene en el celular el horario de los entrenamientos, los exámenes, la cita del pediatra y el nombre de todas las maestras y las mamás de los amigos de sus hijos, identificadas como “Mariela, mamá de Roberto, de 4to B”

Es el que peina a su hija para el ballet con un moño que ni el director del Royal Ballet se atrevería a tocar, mientras canta “Libre soy” en falsete. El que entra a la cocina y prepara la lonchera con creatividad gourmet: “Hoy, emparedado de estrella, juguito de fresa con notita sorpresa y palitos de zanahoria en forma de corazoncito” y es el mismo que durante el fin de semana pide pizza o pollo y papas para que mamá no tenga que cocinar.

Ese mismo papá que se ha ganado un lugar de respeto en el chat de las mamás, donde responde con precisión quirúrgica a preguntas como “¿La presentación es con medias negras o blancas?”. Y lo hace con gracia, emojis, y hasta memes útiles.

Pero más allá de lo gracioso, lo que de verdad hace a un Superpapá es su presencia real. No solo estar, sino estar bien. Con la cabeza y el corazón donde están sus hijos. Consciente de que cada paso que da es observado, repetido, absorbido. Que su manera de hablar, de resolver, de amar y de tratar a los demás, es la lección más poderosa que sus hijos van a aprender.

Porque un Super Papá no solo enseña a jugar fútbol o a multiplicar por nueve. Enseña cómo se trata a una pareja con respeto. Cómo se pide perdón con humildad. Cómo se defiende lo justo. Cómo se camina con rectitud, sabiendo que siempre hay unos ojitos siguiéndolo desde atrás, copiando su ritmo, imitando su rumbo.

Por eso, hoy celebramos a todos esos papás que no se escapan, que no se esconden, que no esperan que alguien les diga qué hacer. Lo hacen porque saben que sus hijos merecen ver a un hombre completo: presente, responsable, amoroso y coherente.

Papás que cambian pañales, pero también patrones. Que crían desde el ejemplo, que construyen desde la ternura. Que educan sin gritos, pero con mucha fuerza. Porque saben que junto a las mamás están criando no solo niños y niñas, sino a los hombres y mujeres que serán el futuro del mundo.

Y ese futuro necesita papás valientes, sensibles, activos y presentes. Porque cuando papá también cría, el mundo crece mejor.

¡Feliz Día del Padre a todos esos Súper Papás que tienen #todobajocontrol!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Proteínas: Descubre su importancia y donde encontrarlas

La Importancia de una Alimentación Balanceada en los Niños