¿Frutas? Listo. ¿Vegetales? Listo. ¿Ejercicio al aire libre? Listo. Al cuidar del bienestar de tu hija/o, Súper Mamá, ¿no se te queda algo por fuera? ¡Consumo de agua! Pero no te preocupes, Súper Mamá, la pediatra y neonatóloga la Dra. Geraldine Norte Lanza, nos cuenta en este artículo por qué es tan importante instaurar este buen hábito en tu hija/o.
Texto por Dra. Geraldine Norte Lanza.
Sin agua, el cuerpo dejaría de funcionar como es debido. Esto se debe a que más de la mitad del peso de nuestro cuerpo está formado por agua, y nadie puede sobrevivir sin agua más de unos pocos días. Sin agua, nuestro cuerpo no puede desempeñar las funciones que debe. Es por eso, que los niños y las niñas necesitan mayor cantidad de agua que los adultos: por la capacidad limitada de sus riñones para manejar la carga renal de solutos y por su porcentaje más elevado de agua corporal.
Dentro de una alimentación buena y saludable para los niños, el agua constituye una de las bebidas más adecuadas. Los bebés amamantados con leche materna reciben la cantidad de agua necesaria. Y, los alimentados con leche de fórmula también. Por este motivo, el momento adecuado para introducir agua, como una bebida aparte e independiente de la leche, es a partir del inicio de la ablactación o del inicio de la alimentación complementaria a los seis meses de edad.
Es agua es la bebida perfecta, y debemos ofrecérsela a nuestros peques entre las comidas. No se recomienda ofrecer bebidas azucaradas o gaseosas, éstas hacen que pierdan el apetito, contribuyen al sobrepeso y a la obesidad, además de que contribuyen a la aparición de las caries dentales.
Es importante recordar que debemos ofrecerle más agua a los niños cuando hace calor, ya que hay aumento de la temperatura corporal. Cuando esto ocurre, la temperatura del cuerpo se regula a través del sudor y, por medio de él, se elimina agua a través de los poros.
Si no reponemos esa pérdida, puede haber deshidratación. Los bebés pequeños aún no tienen el mecanismo de regulación térmica bien instaurado –por lo que la transpiración no es totalmente efectiva. Por esta razón, debemos amamantarlos más frecuentemente en verano.
En función de la edad del niño, el peso y en condiciones normales, estas son las recomendaciones de consumo de agua:
A medida que van creciendo, las necesidades de agua van cambiando:
Es importante recordar que las necesidades aumentan en caso de calor, ejercicio, vómitos, diarrea, fiebre o alguna enfermedad.
El agua siempre va a ser y será la bebida ideal para nuestro cuerpo, no acostumbremos a nuestros hijos a tomar jugos con las comidas ni a mandarle juguitos en las meriendas escolares, siempre ofrezcamos agua.
Cuéntanos, Súper Mamá, ¿cuáles son tus tips para asegurarte que tu hija/o tome suficiente agua? ¡Te leemos!
La autora es pediatra y neonatóloga. Te invitamos a seguirla en sus redes sociales como @letrasdeunapediatramama.
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