Todos tenemos diferentes historias de vida: hay mujeres que se enamoran temprano y forman familia, tienen hijos a temprana edad; a otras, el amor nos llega más tarde, con todo lo que conlleva formar una familia después de los treinta y cinco años de edad.
No obstante, diferentes son las opciones que nos da la vida – Dios – el destino, como queramos llamarlo – y cuando nos llega el amor, ese compañero de vida que hemos esperado – nos llega con la compañía de hijos e hijas que biológicamente no son nuestros, pero sí en el corazón, pues pasan a darnos alegrías, compañía y cariño, aun cuando los recibes grandes y no puedes mimarlos como quisieras.
La sociedad nos dice que se es “madre” cuando engendras, pares y crías a los tuyos; sin embargo, también hay la oportunidad de recibir en el corazón a hijos e hijas más grandes, sobrinos y proyectos profesionales y siempre esto es una linda oportunidad, para dar vida de otra manera y compartirla. Guiándonos de esto, te invito a que respirar profundo y sonreírle a la vida, poner empeño y autodisciplinarte para salir adelante.
Las expectativas siempre son altas en lo que respecta al cariño por parte de estos hijos del corazón – como los llamamos -, su obediencia y el respeto que muestren; sin embargo, en ese auto disciplinarnos, incluiremos a nuestras expectativas en cuanto a esta obediencia y el cariño que demuestran y recordaremos que éstas son sólo nuestras y que a ellos este afecto también puede costarles.
Algo que nos resulta positivo para “la nueva madre de hijos/hijas del corazón” es recordar que los chicos, jóvenes también tienen su propia historia de convivencia con sus padres biológicos, quienes – en su amor y posible sentimiento de culpa por la separación – han sido permisivos en lo concerniente a dicha obediencia y expresión de afecto. Considerando esto, te invito a respirar hondo, a sonreírle a la vida y a dejar a un lado esas expectativas, siempre y cuando, estos hijos del corazón aprendan a manejarse bajo las nuevas reglas de la casa. Sí, en todos los lugares y hogares hay reglas y las reglas de la casa las ponen los padres, no los hijos. Y en el nuevo hogar, prevalecerán las reglas de la nueva madre, pues es ella quien lo lleva.
Darse la oportunidad de disfrutar los logros de estos hijos, celebrar junto a ellos sus cumpleaños, fiestas, graduaciones, logros personales, también es abrirse a la vida y permitir que esta pase a través de nosotras.
Súper Mamá, llegaron los días de lluvia y con ellos uno de los problemas más…
Tener una buena relación con nuestros hijos es importante, especialmente cuando estos transitan la adolescencia,…
Súper Mamá, cada vez falta menos para el gran momento, ¡¡¡felicidades!!! Dentro de poco traerás…
¡¡Fitness Day by Súper Mamás 🦸♀️✨ está llegando a Panamá Oeste en mayo!! 📅 Fecha:…
Ya saben, Súper Mamás, que ustedes son las heroínas que inspiran cada línea. Y, el…
¡Hola mamás! Fomentar la creatividad en nuestros hijos es fundamental para su desarrollo integral y…
Deja un comentario